Este artículo se publicó hace 14 años.
La mayoría quiere padrón y servicios para los sin papeles
Los católicos son los menos solidarios y un 41% ve al inmigrante como un "lastre" económico
Los españoles son mucho más tolerantes con la inmigración de lo que las recientes decisiones de los ayuntamiento de Vic (Barcelona) y Torrejón de Ardoz (Madrid) parecían sugerir. Esta es la principal conclusión del Publiscopio realizado entre el 25 y el 27 de enero pasado, en plena polémica por la negativa de ambos consistorios a empadronar a los sin papeles.
De hecho, la inclusión de los inmigrantes irregulares en el censo de los municipios sólo es rechazada por el 33,9% de los españoles, mientras que un 49,7% está a favor y un 5,2% la aceptaría con condiciones. Cuando a los encuestados se les preguntó sobre el derecho de los sin papeles a recibir asistencia médica y a escolarizar a sus hijos, la tolerancia es incluso mayor: casi ocho de cada diez son partidarios de que puedan disfrutar de estos derechos fundamentales.
Los ciudadanos suspenden las políticas migratorias de Zapatero y Rajoy
Socialistas más solidariosPor adscripción política, las respuesta de los encuestados arrojan datos muy significativos. Así, el 66% de los que consultados que se declaran votantes del PSOE se muestra partidario de empadronar a los sin papeles, frente a sólo un 34% que respalda esta medida entre aquellos que afirman estar ideológicamente cerca del Partido Popular.
En cuanto a la acceso de los inmigrantes irregulares a la sanidad pública y gratuita, los socialistas se vuelven a mostrar más solidarios: un 82% lo apoya, frente al 69% de los que se dicen conservadores. Algo similar ocurre con la escolarización de los hijos de los sin papeles. Un 86% de los votantes del PSOE creen que se debe reconocer este derecho a los menores inmigrantes, frente a sólo un 71% del electorado del PP.
Sólo uno de cada tres rechaza empadronar a los irregulares
Lo que no despierta tanta aceptación son las diferentes políticas de inmigración que defienden José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. La del presidente del Gobierno, plasmada en la reciente reforma de la Ley de Extranjería, es apoyada únicamente por un 29,8% de los españoles, porcentaje que sube hasta el aprobado (50%) entre los que se declaran votantes socialistas. La mano dura que reclama el líder de la oposición sólo es respaldada por un 21,1%. Entre sus simpatizantes, esta cifra asciende hasta el 46%.
Uno de los datos más llamativos del Publiscopio es la comparativa de las respuesta según las creencias religiosas de los encuestados. Así, sólo el 37% de los católicos practicantes son partidarios de incorporar a los inmigrantes irregulares en el censo de los municipios. Frente a ellos, un 38% se opone frontalmente, y un 7% más lo aceptaría, pero con condiciones. Estos porcentajes varían significativamente cuando se pregunta a no creyentes y católicos no practicantes. Así, un 57% de los primeros y un 53% de los segundos, se muestran firmes partidarios de este derecho de los inmigrantes, frente a un 31% y 34%, respectivamente, que lo rechaza.
Sobre la asistencia sanitaria a los sin papeles y el derecho de éstos a escolarizar a sus hijos, la tolerancia se eleva , aunque las distancias entre unos y otros grupos religiosos se mantienen. Así, un 73% de los católicos practicantes son partidarios de que los inmigrantes irregulares puedan recibir cuidados médicos. Un 23%, sin embargo, lo rechaza. Los no creyentes (75%) y los que se declaran religiosos pero no acuden habitualmente a misa (78%) también son partidarios de que los inmigrantes disfruten de este derecho fundamental.
Un 41% de los que van a misa califica a los inmigrantes de "lastre" económico
Respecto a la escolarización de los hijos de los sin papeles, los católicos practicantes siguen presentando los porcentajes más bajos de respaldo a este derecho, aunque sea alto: un 74%. Los no practicantes y los no creyentes, con un 79% y un 81% respectivamente, los superan en varios puntos.
"Lastre" para los católicosNo obstante, el 41% de los que aseguran ir a misa consideran a los inmigrantes "un lastre" para la economía española porque el Estado gasta más en ellos de lo que aportan, frente al 38% que no comparten dicha visión y un 21% que prefiere no manifestarse. En esa misma línea, un 47% de los católicos practicantes creen que en España no cabemos todos y que, por tanto, no podemos aceptar más extranjeros. Los que se declaran católicos pero no practicantes se muestran, incluso, más intransigentes: un 49% se muestra partidario de cerrar las fronteras.
Casi la mitad de los católicos cerraría las fronteras a los foráneos
El rechazo hacia la inmigración se atenúa considerablemente entre aquellos que se declaran no creyentes o ateos. Así, un 71% de éstos niegan que los inmigrantes sean un "lastre", y un 69% es partidario de abriles las puertas.
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