Médicos con conocimientos de inglés harán guardia mañana, miércoles, en el estadio olímpico Luzhnikí durante la final de la Liga de Campeones que disputarán el Manchester United y el Chelsea, informaron hoy fuentes del ayuntamiento de Moscú.

"Actualmente, en Moscú hay muchos médicos que hablan inglés y esto, desde luego, se tomará en cuenta a la hora de conformar las brigadas médicas que montarán guardia durante la final de la Liga de Campeones", dijo a la agencia Interfax un funcionario del Departamento de Sanidad de capital rusa.

Precisó que cuatro hospitales de la ciudad están ya preparados para prestar asistencia médica de urgencia a los hinchas extranjeros que han llegado y llegarán en el curso del día a Moscú.

"Junto al estadio habrá un número suficiente de ambulancias, para asistir sin dilación a quien necesite atención médica", añadió el funcionario.

Según la emisora de radio Eco, de Moscú, más de 60.000 extranjeros -casi todos británicos-, 42.000 de ellos con entradas para asistir a la final en el estadio Olímpico de Luzhnikí, llegarán a la capital rus para la Liga de Campeones.

"Desde 1980, desde la Olimpiada de Moscú, no se verá tanto extranjero en las calles de la ciudad", comentó la emisora.

La embajada del Reino Unido habilitó dos "líneas calientes" para atender, las veinticuatro horas del día, a los hinchas del Manchester United y el Chelsea que se han desplazado a Moscú.

Las principales avenidas de la capital rusa han sido engalanadas con el emblema del principal torneo continental de clubes.

En el propio recinto de Luzhnikí, en una superficie de casi 5.000 metros cuadrados, fueron plantadas casi medio millón de flores en honor de la final.

Mañana, según informó hoy el servicio meteorológico de Moscú, se esperan "condiciones de tiempo británicas": lluvias intermitentes y un temperatura máxima de entre 23 y 25 grados centígrados.

Pero para la hora en que comenzará la final (22.45 hora local, 18.45 GMT) la temperatura habrá descendido varios grados.

El portavoz de La Fuerza Aérea de Rusia (FAR), coronel Alexandr Drobyshevski, declaró hoy que su institución no ha recibido ninguna solicitud para disipar la nubes sobre la capital rusa, como ocurre cada vez que se realiza una fiesta importante en Moscú.

La última vez que los aviones de la FAR cumplieron esa misión fue el 8 de mayo pasado, cuando despejaron los cielos de Moscú para la parada militar que se celebró el día siguiente en la Plaza Roja con con motivo del Día de la Victoria contra la Alemania nazi.

Según la administración de Luzhnikí, el sistema de drenaje del campo permite "jugar prácticamente hasta con lluvia torrencial" y la marquesina del estadio da un buen resguardo a los espectadores.

Las autoridades rusas han movilizado a unos 6.000 efectivos policiales y militares para resguardar el orden público antes, durante y después de la final de la Liga de Campeones.

"La final debe ser una fiesta del fútbol, pero todo dependerá del comportamiento de los hinchas británicos", ha advertido Vitali Mutkó, ministro de Deportes y presidente de la Unión de Fútbol de Rusia (UFR).

Con el fin de garantizar la seguridad durante toda la jornada, además de policías antidisturbios, el ministerio del Interior de Rusia desplegará tropas en las inmediaciones del estadio.