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Medio millar de ortodoxos rusos asisten a la inauguración del primer templo construido en España

EFE

Alrededor de 500 personas han asistido hoy a la inauguración oficial del primer templo construido por la Iglesia Ortodoxa Rusa en España, en Altea (Alicante), y cuya ceremonia ha sido oficiada por el responsable del Área de Exteriores del Patriarcado de Moscú, Kyril de Smolensko y Kaliningrado.

Fieles ortodoxos rusos, procedentes de numerosas localidades alicantinas, han participado en este evento, calificado por los asistentes de "magnífico", pues representa disponer de un templo propio para las actividades ecuménicas de su credo.

En este sentido han recordado que los ortodoxos rusos residentes en España asisten a sus ceremonias religiosas en templos cedidos por la Iglesia Católica Románica o en centros sociales facilitados por instituciones públicas o privadas.

Al acto, que se ha iniciado a las 09,00, también ha asistido el arzobispo diocesano, su eminencia Innokentij de Corsún, y el obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante de la Iglesia Católica Romana, Rafael Palmero, según informaron fuentes eclesiásticas.

Aunque la parroquia ortodoxa de San Miguel Arcángel, de Altea, mantiene culto desde hace un tiempo, su declaración oficial como templo de culto ha tenido lugar esta mañana cuando el metropolita Kyrill de Smolensko y Kaliningrado ha bendecido la iglesia y ha consagrado el altar.

Alrededor de 6.600 personas de nacionalidad rusa residen en esta provincia, según datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Actualmente, la Vicaría General de la Iglesia Rusa Ortodoxa en España mantiene 9 parroquias o comunidades, distribuidas en las provincias de Alicante (2), Barcelona, Palma de Mallorca, Oviedo, Las Palmas, Tenerife, Málaga y Madrid.

La Iglesia del Arcángel San Miguel, servida por el arcipreste Nicolas Soldatenkoff, es una réplica exacta de un templo ortodoxo rusa característico del siglo XVII, y en cuya construcción se han utilizado materiales traídos desde la región de los Urales.

El edificio eclesiástico ha sido levantado sobre una parcela cedida por el Ayuntamiento de Altea y en la que un promotor ruso ha participado activamente en su ejecución.

Su altar, elaborado en Valencia, presenta grabados realizados en Rusia, mientras que el interior del edificio principal, con planta de cruz griega, acoge frescos en sus paredes.

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