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Medvedev hace hincapié en la modernización en su discurso anual

Reuters

Por Michael Stott

El presidente de Rusia, Dmitry Medvedev, pidió el jueves reenfocar su economía, centrada en la industria pesada y la energía desde la época soviética, hacia la tecnología de la información, telecomunicaciones y espacio.

"No hemos conseguido deshacernos de la estructura primitiva de nuestra economía", dijo Medvedev al iniciar su segundo discurso anual ante ambas cámaras del Parlamento. "(...) La competitividad de nuestra producción es vergonzosamente baja".

Medvedev propuso reformas más modestas para mejorar la democracia, como eliminar las normas que requieren que los partidos recojan firman para registrarse para las elecciones.

Pero prometió detener los "intentos por alterar la situación con lemas democráticos, desestabilizar el estado y dividir la sociedad", un claro recordatorio de que el control del Kremlin no se suavizará.

También tuvo duras palabras contra la violencia que plaga las repúblicas rusas de mayoría musulmana en el Cáucaso norte, comprometiéndose a luchar contra "el terrorismo internacional y destruir a los bandidos" en la región. Además se quejó de que allí se estaban robando fondos estatales.

El presidente repitió compromisos anteriores de luchar contra la corrupción, se refirió a unos 4.000 casos que han sido examinado en el primer semestre del año y pidió a las autoridades que encarcelen a los culpables de tales crímenes.

Al decir que la economía de Rusia se ha visto golpeada con mayor dureza que otras naciones por la crisis mundial, Medvedev dijo que las gigantes corporaciones estatales del país "no tienen perspectivas" y que necesitan una remodelación para mejorar la gestión y la competitividad.

Auditores independientes deberían examinarlas y después deberían cerrarse o privatizarse, añadió.

"En lugar de una economía primitiva basada en materias primas, deberíamos crear una economía inteligente, que produzca un conocimiento único, nuevos bienes y tecnologías, bienes y tecnologías útiles para las personas", dijo Medvedev.

"En lugar de una sociedad arcaica, en la que los líderes piensen y decidan por todos, deberíamos convertirnos en una sociedad de personas inteligentes, libres y responsables", añadió.

LA SOMBRA DE PUTIN

Vladimir Putin, el político ruso más poderoso y popular, observó cómo Medvedev pronunciaba su discurso desde la primera fila en el palacio del Kremlin. Los asistentes recibieron a Putin con una gran ovación y se pusieron en pie.

Pese al énfasis en las tecnologías modernas, el presidente no dejó a un lado a la poderosa industria defensiva, indicando que se desplegarán más de 30 misiles balísticos en 2010 y que se han encargado tres submarinos nucleares.

Medvedev espera poder imprimir un sello personal a una presidencia que hasta la fecha está a la sombra de Putin, con quien trabajó durante 18 años y que le eligió como su sucesor.

El presidente hizo hincapié en que las ideas procedían de un artículo que publicó en septiembre en el que pedía un cambio, además de correos electrónicos y discusiones con rusos de todos los estratos sociales.

Queda por ver si el discurso supondrá alguna diferencia real en Rusia.

Los analistas dicen que Medvedev, que está casi en el ecuador de su mandato de cuatro años, ha esbozado hasta el momento grandes ideas pero no ha conseguido aplicar mejoras significativas a la limitada democracia del país, el control sobre los medios y un lamentable historial en derechos humanos.

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