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Medvédev viaja a la cumbre de Lisboa con propuestas de cooperación y demandas

EFE

El presidente ruso, Dmitri Medvédev, viaja hoy a Lisboa para participar en la cumbre OTAN-Rusia, en la que responderá a la propuesta aliada de cooperar en defensa antimisiles y en Afganistán, y presentará también un serie de demandas.

"Consideramos que el proceso euroatlántico se ha puesto en movimiento y estamos ante una buena oportunidad de trabajar para borrar definitivamente las líneas divisorias y avanzar hacia un espacio de seguridad común e indivisible", aseguró Serguéi Prijodko, asesor de política internacional del Kremlin.

Medvédev, que ya abordó estos asuntos con el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, hace dos semanas en Moscú, ha expresado la intención de Rusia de cooperar con los aliados a la hora de analizar conjuntamente las amenazas para el continente.

"Quisiéramos que la idea de la participación en pie de igualdad, que la importancia de la participación conjunta en la creación de un sistema de defensa antimisiles que garantice la seguridad, se reflejen, de uno u otro modo, en el documento", dijo Prijodko.

Rusia, añadió, "está sumamente interesada en que la creación del sistema de defensa antimisiles europeo no separe a los países de la OTAN y Rusia, sino, por el contrario, que fortalezca la seguridad de todos los Estados europeos, sin excepción.

El Kremlin quiere asegurarse de que el dicho sistema está dirigido contra los misiles de corto y medio alcance de países como Irán, y de que no está capacitado para golpear su territorio.

A su vez, las autoridades rusas también están dispuestas a echar una mano a la Alianza en Afganistán con la venta de helicópteros, la instrucción de pilotos afganos, la formación de las fuerzas de seguridad locales y la ampliación del tránsito de cargamentos por su territorio.

Eso sí, el Kremlin descarta el envío de tropas o instructores militares a Afganistán, donde Moscú ya perdió una guerra (1979-89), derrota que contribuyó a la caída de la URSS.

A cambio, Medvédev quiere garantías de que la Alianza no desplegará bases militares ni fuerzas ofensivas cerca de sus fronteras y en el territorio de los nuevos países miembros.

Advertirá a la OTAN sobre el peligro de la invitación a ingresar en su seno a países como Georgia y Ucrania, y recordará que zonas como el Cáucaso y Asia Central son especiales áreas de influencia de Moscú en las que las tropas aliadas no son bienvenidas.

La nueva doctrina militar acuñada por el Kremlin en febrero de este año sigue mencionando la expansión de la OTAN hacia las fronteras rusas como uno de los principales peligros militares exteriores para este país.

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