Este artículo se publicó hace 14 años.
¿Es mejor la cirugía de próstata nueva que la tradicional?
Por Rachael Myers Lowe
La cirugía laparoscópicaasistida por un robot no superaría a la operación "abierta"tradicional en la reducción de los efectos adversos de laextirpación de una glándula prostática cancerosa, reveló unestudio del Centro del Cáncer Memorial Sloan-Kettering, enNueva York.
Pero los críticos afirmaron que el estudio se hizo condatos antiguos y no refleja la práctica real.
En una prostatectomía radical abierta tradicional serealiza una incisión abdominal de 15 centímetros, por la que seextirpan la glándula y los nódulos linfáticos cercanos.
Con la nueva prostatectomía radical laparoscópica (PRL) serealizan varias incisiones en la parte baja del abdomen, porlas que se introducen varios instrumentos quirúrgicos, incluidauna cámara.
El cirujano los manipula a través de un monitor para cortary extraer la glándula y otros tejidos cancerosos. La mayoría deestas cirugías son asistidas por un robot.
Pero mientras que la PRL robótica reduce la pérdida desangre y la hospitalización, el costo del equipamiento, sumantenimiento y la prolongada curva de aprendizaje para loscirujanos generó dudas sobre su valor, en especial si losresultados no superan a la cirugía tradicional abierta.
El equipo del doctor William T. Lowrance analizó losresultados obtenidos en 5.923 hombres operados entre el 2003 yel 2005. Al 82 por ciento (4.858) se le operó con la cirugíaabierta y al 18 por ciento (1.065) con la PRL.
Según publicó The Journal of Urology, no hubo diferenciasentre el procedimiento antiguo y el más moderno en cuanto a lamortalidad o a las complicaciones a los 90 días, ni al uso deterapias oncológicas adicionales al año de la intervención.
El equipo señaló que la publicidad hospitalaria delservicio de PRL era generalizada y exageraba los beneficios"sin respaldo de evidencias científicas".
"Es razonable que hoy un hombre elija la cirugía asistidapor un robot, pero los pacientes deben contar con expectativasreales", que aún no existen, dijo Lowrance a Reuters Health.
En un comentario publicado con el estudio, el doctor YairLotan, oncocirujano del Centro Médico Southwestern de laUniversity of Texas, en Dallas, escribió que el nivel deexperiencia del cirujano es más importante para los resultadosque el tipo de cirugía utilizado.
El especialista opinó que los pacientes "deberían aprendera juzgar los posibles resultados según la experiencia delcirujano".
El doctor Jason Engel, director de Cirugía UrológicaRobótica del Hospital Universitario George Washington, en laciudad de Washington, coincidió en que la experiencia es clavepara los resultados.
El estudio de Lowrance, dijo a Reuters Health, surge dedatos antiguos que no reflejan el nivel de experiencia de loscirujanos en el uso de la PRL asistida por robot. Además, lasórdenes de Medicare utilizadas no distinguen entre pacientestratados con la PRL antigua o robotizada.
"Ya nadie usa la PRL antigua. Es como comparar manzanas connaranjas", aseguró.
Si bien admitió que algunas instituciones exageran losbeneficios de la PRL robotizada, también defendió las campañaspublicitarias honestas.
Lotan está convencido de que el crecimiento exponencial dela PRL asistida por un robot se debió gracias a un fenómenoestadounidense: la percepción de que las nuevas tecnologías sonmejores aunque carezcan de evidencias.
El cáncer de próstata es el diagnóstico oncológico másfrecuente en los hombres estadounidenses. Según la SociedadEstadounidense del Cáncer, cada año se detectan más de 192.000nuevos casos, de los cuales más de la mitad corresponden amayores de 65 años.
FUENTE: The Journal of Urology, publicado online el 22 defebrero del 2010.
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