Este artículo se publicó hace 12 años.
Merah no tenía previsto atacar la escuela judia sino matar a un militar, según la Inteligencia gala
Mohamed Merah, el asesino confeso de siete personas en Toulouse y Montauban, al sur de Francia, no tenía previsto atacar lunes la escuela judía en la que asesinó a tres niños y un adulto, sino matar a un militar, según informó hoy un responsable de los servicios de inteligencia franceses.
En una entrevista concedida a la emisora "France 24", el coordinador nacional de los servicios de inteligencia franceses y consejero presidencial, Ange Mancini, explicó que Merah dijo que inicialmente planeaba matar a un militar, pero llegó tarde y no le encontró, tras lo que se dirigió a un colegió judío donde asesinó a tiros a tres niños y un profesor.
Merah fue abatido el jueves por las fuerzas de seguridad tras pasar 32 horas atrincherado en su apartamento en Toulouse y contó que el lunes cambió sus planes a los expertos que intentaron negociar su entrega.
"No digo que no lo hubiera hecho, pero en ese momento, como conocía el barrio, se trató de un ataque de oportunidad", explicó Mancini al referirse a la matanza en el colegio Ozar Hatorah, que le costó la vida al profesor y rabino Jonathan Sandler, de 30 años de edad, a dos de sus tres hijos, de cuatro y cinco, y a la hija del director, de siete años.
Mancini aprovechó su intervención para defender a las fuerzas del orden de las crecientes críticas surgidas desde ayer por la falta de eficacia en el control de Merah por los servicios secretos y por no haber conseguido capturarle vivo.
"Hicieron un trabajo destacable y excepcional", aseguró al referirse a las fuerzas de seguridad Mancini, quien también es consejero del presidente francés, Nicolas Sarkozy, a la vez que lamentó que esa polémica "haga olvidar un poco que en este caso ha habido siete víctimas".
"Ahora que todo ha acabado es muy fácil decir por qué no se hizo esto o aquello. Claro que fue abatido, pero el problema no es ese, sino en qué circunstancias", subrayó el experto, insistiendo en que siempre se buscó detenerle con vida y que se actuó en respuesta a los disparos del homicida.
Mancini recordó que en el despliegue policial cinco agentes fueron heridos y subrayó la importancia de que la operación sea interpretada "como consecuencia de una decisión personal, la de no entregarse y decir que quería morir con las armas en las manos".
"No estamos en un videojuego, sino en la vida real", añadió el alto cargo de los servicios de inteligencia franceses, alegando además que algunas alternativas citadas por los críticos, como los gases lacrimógenos o los paralizantes, no se consideraron viables por el jefe de las operaciones.
"Los lacrimógenos no impiden que alguien actúe. Y la última vez que se utilizaron los paralizantes -recalcó- fue en el teatro de Moscú", donde más de cien de los centenares de rehenes fallecieron por ese gas.
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