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Merkel insiste en que no habló con Sarkozy, pero evita el término "invención"

EFE

La canciller alemana, Angela Merkel, insistió hoy, a través de su portavoz, en que en ningún momento habló con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, de desmantelar campamentos gitanos en Alemania, pero evitó calificar de "invención" la afirmación en ese sentido del jefe del Estado galo.

"En ningún momento se abordó esa cuestión, ni durante el Consejo Europeo ni en conversaciones bilaterales", ratificó hoy el portavoz de la Canciller, Steffen Seibert, para añadir que tampoco se trató de una eventual expulsión de romaníes desde Alemania a Kosovo.

La propia canciller vio ayer mismo la necesidad de esclarecer "de inmediato" esa cuestión, tras enterarse de que Sarkozy había afirmado que se planteaba desmantelar "asentamientos ilegales" de gitanos, recordó Seifert, respecto a su anterior pronunciamiento en esa misma dirección, el jueves, de regreso a Berlín.

"No existen tales asentamientos ilegales ni, por tanto, planteamientos en esa dirección", enfatizó Seibert, para a continuación declinar atribuir las palabras de Sarkozy a una "pura invención", como se ha afirmado en círculos diplomáticos de la UE, según reproducen hoy medios alemanes y franceses.

El portavoz recordó que Merkel simplemente había criticado "el tono" empleado por la comisaria de Justicia, Viviane Reding, en su condena a la política de Sarkozy, tal como habían hecho otros líderes de la UE durante la cumbre de Bruselas.

La mera insinuación de que Merkel se plantee actuar contra asentamientos de gitanos es un tabú en Alemania, por estar ese colectivo entre los grupos de víctimas del nazismo. Se estima que el Tercer Reich asesinó a 500.000 personas de etnia gitana, pertenecientes a familias centroeuropeas y balcánicas de los Sinti y Roma.

La comisaria había insinuado un paralelismo entre las expulsiones y las persecuciones de minorías étnicas en Europa durante la Segunda Guerra Mundial, a lo que siguieron diversos pronunciamientos de los líderes de la UE que consideraron "no apropiadas" las palabras de Reding.

El ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, trató asimismo de quitar hierro a las declaraciones de Sarkozy, atribuyéndolas a un "malentendido", aunque indicó que esa cuestión no iba a afectar el buen funcionamiento del eje Berlín-París.

"La canciller ha expresado públicamente y me informó personalmente de como fue el desarrollo de la conversación" con Sarkozy sobre ese asunto, dijo el liberal Westerwelle en declaraciones a la emisora pública "Deutschlandfunk".

Tras subrayar que "un anuncio así nunca ha existido" en referencia a que Alemania desmantelaría los campamentos de gitanos en su territorio, dijo "presumir que se trata de un malentendido".

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