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Merkel presenta sus medidas de austeridad contra el déficit

Reuters

Por Stephen Brown y Dave Graham

La coalición de la canciller alemana, Angela Merkel, acordó el lunes un plan de recortes presupuestarios y subidas de impuestos que pretende llevar el déficit estructural de la mayor economía de Europa dentro de los límites de la UE para 2013 y elevar su respaldo político.

Las medidas, presentadas como el mayor paquete de austeridad de Alemania desde la Segunda Guerra Mundial, permitirían ahorrar 11.100 millones de euros el año que viene y rebajar un déficit que superaría el 5,0 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) este año.

Las autoridades estiman que el paquete permitirá ahorrar unos 17.100 millones de euros en 2012, 25.700 millones en 2013 y 32.400 millones al año siguiente, explicó Guido Westerwelle, presidente del partido Demócrata Libre (FDP), aliado de Merkel en la coalición de Gobierno.

Esto reduciría el déficit a menos del límite establecido por la Unión Europea del 3,0 por ciento del PIB.

"Debemos ahorrar cerca de 80.000 millones de euros para 2014 para que nuestras finanzas puedan sostenerse sobre sus propios pies en el futuro", dijo Merkel en una rueda de prensa conjunta con Westerwelle, en la que presentaron los resultados de un encuentro de dos días para tratar los planes presupuestarios.

"Los últimos meses han demostrado, con los casos de Grecia y de otros países de la zona euro, lo importante que es tener finanzas sólidas", dijo Merkel, que ahora debe conseguir que los ciudadanos respalden su paquete de ahorro para levantar su decaída popularidad.

Aunque confirmó que no habrá recortes de impuestos en este proyecto de ley, el Gobierno de centro derecha decidió no elevar el impuesto a la renta o eliminar las tasas preferenciales del Impuesto al Valor Agregado (IVA).

RECUPERACIÓN EN JUEGO

El Gobierno propone eliminar miles de empleos en el Gobierno federal y el Ministerio de Defensa estudiará la posibilidad de reducir el personal de las Fuerzas Armadas en 40.000 miembros.

En cuanto a recaudación, el Gobierno alemán quiere obtener 2.300 millones de euros más al año gravando las ganancias de las operadoras de plantas de energía nuclear y de un impuesto "ecológico" al tráfico aéreo interno.

Se calcula que un impuesto a las transacciones financieras debería recaudar 2.000 millones de euros al año a partir del 2012, señaló Merkel, para luego añadir que las posibilidades de que un impuesto similar se extienda a toda Europa "no son malas".

La canciller debe encontrar un delicado equilibrio para evitar que sus recortes asfixien la frágil recuperación del motor económico europeo.

Además, su autoridad política también está en juego.

Afectada por una pérdida de popularidad de su partido conservador y acusada de debilidad de liderazgo en la crisis de la zona euro, necesita recuperar la iniciativa política y presentar un paquete sostenible que los votantes respalden.

Sin embargo, la aprobación del paquete podría no ser una tarea fácil para el Gobierno en la Bundesrat, la Cámara Alta germana, donde la coalición perdió su mayoría en las elecciones parlamentarias regionales del mes pasado.

A esto se suman las crecientes diferencias entre su propia coalición, que quedaron de manifiesto la semana pasada cuando el partido Unión Social-Cristiana vetó una reforma sanitaria impulsada por sus socios en el Gobierno, el FDP, y la Unión Cristiano-Demócrata, la formación de Merkel.

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