La primera dama estadounidense Michelle Obama es reconocida como símbolo de moda, pero la industria dice que es exactamente lo contrario, lo que es algo bueno.

Un icono de moda debe tener un estilo que llame la atención y, aunque la esposa del presidente tiene el poder para marcar tendencias, su apariencia no es muy definida y calculada, lo que es refrescante, señalaron los analistas de la industria.

Las declaraciones se emitieron durante la semana de la moda de Nueva York, donde los diseñadores exhiben sus colecciones para el otoño 2009.

Michelle Obama "es más realista que simbólica", comentó David Wolfe, director creativo del grupo Doneger, que anticipa tendencias. "No se ha estancado en un estilo. Experimenta, que es lo que implica la moda en estos días", aclaró.

Las referencias a Obama, de 45 años, como un símbolo de la moda se encuentran por todas partes. Delgada y como una estatua, la abogada y madre de dos niñas ocupa la portada de la revista Vogue en su edición de marzo.

Obama se ha ganado la atención de los diseñadores, editores y estilistas. Las tiendas venden rápidamente la ropa que ella utiliza.

Pese a que el estilo de la primera dama destaca, no está dentro del rango de símbolos tales como las actrices Katharine Hepburn, con su ropa de hombre, o Jacqueline Kennedy con sus sombreros y amplias gafas de sol, dijo Helen Job, una especialista en moda de la compañía WGSN.

"Cuando se piensa en un símbolo de moda, es alguien que tiene la habilidad de influir en el público en un grado (...) que cambia la tendencia (de un estilo) actual", añadió Job.

Obama viste con ropa de diseñadores poco reconocidos o de cadenas minoristas de precio medio como J Crew Group Inc, que ayudan a desechar la idea de que las primeras damas siempre deben ser formales.

"Realmente fijó esta nueva pauta, y siento como si la Casa Blanca nunca fuera a ser lo mismo en cierta forma", dijo Gloria Baume, directora de moda para Teen Vogue.