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"Tengo miedo de lo que diga mi genoma"

Uno de los descubridores de la doble hélice del ADN habla con Público sobre sus nuevos proyectos 

NUÑO DOMÍNGUEZ

El estadounidense James Watson (Chicago, 1928) es uno de los investigadores más importantes del siglo XX y también uno de los más polémicos. En 1962 compartió un premio Nobel por desvelar la doble hélice del ADN. En la década de 1990 tuvo un papel protagonista en el inicio del Proyecto Genoma Humano. También es una de las pocas personas del mundo cuyo genoma completo se ha secuenciado y publicado. Sin embargo, en los últimos años, su fama se ha debido a comentarios sobre la inferioridad de los negros, por los que pidió disculpas. El científico visitó ayer Madrid para participar en unos seminarios sobre cáncer en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas.

¿Qué le ha aportado hasta ahora conocer su genoma?

Dos cosas. Tengo una tolerancia limitada a la leche. Solo llevo una copia del gen que permite digerirla. Cuando estaba en Cambridge descubriendo la estructura del ADN bebía mucha leche, como buen estadounidense que soy. La gente me decía que mis problemas de estómago eran por los nervios, pero realmente lo único que hacía mal era beber leche.

También tengo dos copias malas de un gen que metaboliza fármacos. Ahora estoy medicado para la tensión con una píldora al día, pero en realidad mis genes dicen que debería tomar una cada 10. Eso es algo muy práctico que nunca habría sabido si no hubieran analizado mi ADN.

¿Cuántas veces consulta su genoma?

Nunca. Ni pienso en él. Me dijeron que tenía mutaciones en genes que reparan el ADN, lo que me podría causar cáncer. Tenía 79 años, pero no me hubiera gustado saberlo cuando tenía 20. Creo que se debería secuenciar a personas mayores que están en el final de su vida. También advertí de que no quería saber si tenía una variante que predispone al alzhéimer.

¿Le asusta lo que pueda decirle su genoma?

Sí. No querría saber si voy a perder la cabeza en 10 años. No es ninguna ventaja. La gente dice que si tienes una vida activa existen menos posibilidades de sufrir alzhéimer. Pero también conozco a un hombre que era muy activo e incluso delgado en los años setenta. Sin embargo, su padre tenía alzhéimer y él también lo tuvo. Y es que, en ocasiones, los genes pueden ser tipos muy malos. Ahora, al menos, creo que voy a poder jugar al tenis durante otros cinco años y disfrutar de la ciencia otros 10.

¿Ha cumplido el Proyecto Genoma Humano las expectativas que había puestas en él?

Fue más útil incluso de lo que pensaban sus más acérrimos defensores. Otra cosa es cómo serán de útiles los genomas personales. Pronto podremos secuenciar el cáncer. El problema es que cambia continuamente. Si secuencias una célula cancerígena del pulmón de una persona, ésta puede ser algo diferente de otra de otro órgano. Es un trabajo muy complicado. Pero sin el proyecto no entenderíamos siquiera las causas del cáncer.

¿Cómo se aplicarán los genomas a la futura medicina personalizada?

Por ejemplo, los genomas personales serán inmensamente valiosos para saber qué causa las enfermedades mentales. ¿Qué pasa si tienes trastorno bipolar y quieres tener un hijo? ¿Querrías que naciera sabiendo que tiene un 50% de riesgo de sufrirlo, o preferirías saber qué causa la patología y poder elegir a un hijo que no lo tenga? Ese es uno de mis sueños. No va a llegar en un año, pero sí en 25. Conozco muchas familias que son una ruina por culpa de estos genes. Los fármacos contra estas enfermedades no han mejorado en 45 años. Yo tengo un hijo esquizofrénico y sus medicamentos son tal vez 20 veces más caros que antes, pero sólo un 10% más efectivos.

¿Cómo marcha su trabajo sobre enfermedad mental?

Probablemente tendremos que secuenciar el genoma de unos 100.000 afectados para conocer las causas de la enfermedad mental. Por ahora, sólo llevamos dos. Luego empezaremos a estudiar a 180 miembros de una familia escocesa que tiene trastorno bipolar.

¿Podrán también los genes desvelar las claves de la inteligencia?

No nos dirán mucho ni tampoco muy pronto. Se han hecho estudios sobre genes comunes para detectar posibles diferencias en los test de inteligencia. Estos estudios no nos han aportado nada. No hay un gen de la inteligencia, sino tal vez cientos de ellos que sólo tienen un porcentaje pequeño de la gente.

¿Sigue pensando que la inteligencia depende más de los genes que de las circunstancias de cada individuo?

Cuando me dieron el Nobel alguien me preguntó: '¿Qué hay que hacer para tener hijos inteligentes?'. Yo le respondí: 'Casarte con una mujer inteligente'. Supongo que buena parte está en el ADN, pero es que yo soy una persona anclada al ADN. Un estudio en Escocia midió la inteligencia de personas nacidas en 1937 cuando tenían siete años y cuando tenían 70. Había una correlación casi exacta. Es algo bastante estable a pesar de todas las variaciones del ambiente. ¿Cuánto puedes hacer por mejorar una vez que has nacido? Nos gustaría poder hacer algo, pero eso no quiere decir que sea factible. Puede que sea muy difícil cambiar las cosas.

¿Cree que lo que se aprenda del genoma debe emplearse para tomar decisiones en reproducción asistida?

Claro. Si ayuda a una madre a no tener un niño esquizofrénico, no veo por qué no. Si una mujer prefiere tener una hija en vez de un hijo, también la dejaría. No creo que sea inmoral elegir el sexo. Hay gente que piensa que hay que aceptar la voluntad de Dios, pero yo no creo en Dios. Se trata sólo de probabilidades y hay veces que no quieres dejar el resultado al azar.

¿Cómo se siente por la polémica que causaron sus declaraciones sobre que los negros no son igual de inteligentes que los blancos?

Fueron unas declaraciones fuera de contexto. Fue una experiencia horrible. Ojalá nunca hubiera hablado con la persona que me entrevistó. No recuerdo esas declaraciones ni haberlas hecho.

¿Teme que esa polémica pueda dañar sus logros?

No, hasta ahora mi vida no ha cambiado. No me ha afectado.

¿Piensa retirarse?

No, me retiraré cuando me muera. Mi interés es curar el cáncer y saber más sobre las enfermedades mentales, porque tengo un hijo que sufre una.

Se ha dicho que la doble hélice del ADN que usted codescubrió fue el hallazgo científico más importante del siglo XX. ¿Cuál cree que será el del siglo XXI?

Curar el cáncer. [Mi colega] Francis Crick estaba en lo cierto cuando dijo que el ADN nos hizo famosos. Era tan importante que si conseguías desvelarlo entrabas en la historia. Pero si paso a la historia me gustaría que fuera por ayudar a curar el cáncer. Encontrar la doble hélice no fue difícil, curar el cáncer sí lo es. Creo que estamos listos para poder hacerlo, porque sabemos mucho. Eso es lo que me estimula.

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