Miles de civiles congoleños desplazados por un ataque rebelde escapaban el viernes de una ciudad oriental del país en busca de seguridad, mientras los esfuerzos diplomáticos se intensificaban para que el inestable alto el fuego se convierta en una paz duradera.

Cooperantes y testigos informaron de numerosas familias colapsan las carreteras de Goma, la capital de la provincia de Kivu Norte en la República Democrática del Congo, donde decenas de miles de personas han huido presas del pánico esta semana ante una ofensiva de los rebeldes congoleños tutsi.

"La situación es catastrófica. No hay otra palabra", dijo el portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) Pierre-Emmanuel Ducruet en la capital de Congo, Kinshasa.

Aprovechando la inquieta calma en la ciudad de Goma y sus alrededores después de que surgieran potentes combates esta semana, muchas agencias humanitarias internacionales reanudaron las operaciones, distribuyendo agua y comida a los civiles desplazados en Kabati, a unos 20 kilómetros al norte.

infectado de violencia - declaró un alto el fuego a última hora del miércoles tras avanzar casi hasta los límites de Goma, haciendo retroceder a las tropas gubernamentales y poniendo a la defensiva a los cascos azules de la ONU.

Nkunda, que abandonó en enero un acuerdo de paz, ha pedido a un mediador neutral para negociar.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo el viernes que el alto el fuego continuaba en vigor, mientras los enviados diplomáticos presionaban a los vecinos Congo y Ruanda para que busquen un final definitivo al conflicto duradero a sus fronteras.

El ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, viajará a Congo el viernes, informó un portavoz francés en París.