Este artículo se publicó hace 17 años.
Miles de seguidores se congregan para los últimos rezos por Benazir Bhutto con su familia en Larkana
Miles de seguidores de la líder paquistaní Benazir Bhutto se acercaron hoy a la casa familiar de Nauredo en Larkana (sur) para los últimos rezos a los tres días de su muerte, mientras la provincia de Sindh empieza a salir del caos en el que se ha visto sumida tras el atentado que le costó la vida.
El viudo de Bhutto pidió en sus plegarias, emitidas en directo por la televisión, un sitio para ella en el paraíso y se preguntó "cuántas Bhuttos tienen que morir para satisfacer a sus asesinos", mientras se escuchaban los llantos de los hombres congregados a su alrededor en esta última jornada de luto.
Una atmósfera de tristeza e indignación se respiraba hoy en la residencia familiar del pueblo de Nauredo, donde la familia de Bhutto y la cúpula de su Partido Popular (PPP) han recibido estos días las condolencias por su muerte en un atentado el pasado día 27.
A la rabia de los seguidores de Bhutto contribuyen las dudas expresadas por el PPP sobre la investigación del atentado que le costó la vida, en una atmósfera de incertidumbre sobre el futuro curso político del partido y su liderazgo.
El viudo de Bhutto, Asif Ali Zardari, anunció ayer que su hijo Bilawal, de 19 años, leerá hoy el testamento político de su madre, lo que desató rumores de que podría ser su sucesor al frente del PPP pese a su juventud.
No sólo la casa familiar de Nauredo congregó a seguidores de Bhutto, que también acudieron a su tumba en el cementerio local y a otra residencia de la familia en Larkana, una ciudad que se llenó hoy con los llantos de los seguidores de Bhutto.
Mientras, la provincia de Sindh va retornando poco a poco a la normalidad, según su responsable de Interior, Akhtar Zamin, quien aseguró que sólo en Larkana se estaban registrando hoy movilizaciones pese a que las televisiones informaban también de congregaciones en distintos puntos de Karachi.
Zamin pidió distinguir entre aquellos que están de luto y los "malhechores" que han sembrado el caos durante tres días en la provincia, principal cantera de votos del PPP.
La sureña Karachi, capital financiera de Pakistán, ha permanecido tres días sumida en el caos, con saqueos, quemas de vehículos, gasolineras, trenes y negocios y una población aterrorizada escondida en sus casas.
Aunque aún quedan "algunas bolsas" de violencia en Karachi, Zamin mantuvo que ya desde ayer se han reanudado los suministros de alimentos esenciales y que hoy estaban funcionando buena parte de las gasolineras y los surtidores de agua.
Según el jefe de Interior provincial, la Policía y los paramilitares destacados en la ciudad están "lidiando apropiadamente" con los "malhechores" y tomando todas las medidas necesarias para restablecer el orden por completo.
También aseguró que el Ejército y los "rangers" (paramilitares) han ayudado a rescatar a los miles de pasajeros que se quedaron bloqueados en los trenes ante el parón total del servicio ferroviario a causa de la quema de vías y estaciones.
Las instalaciones ferroviarias ya están siendo reparadas de modo que el servicio se pueda restablecer cuanto antes, afirmó.
Otro punto conflictivo en el país es Rawalpindi, ciudad vecina de Islamabad, donde Bhutto fue asesinada en un mitin con motivo de los comicios del próximo 8 de enero.
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