Este artículo se publicó hace 15 años.
Millones de chiíes iraquíes se reúnen para el Ashura
Millones de chiíes se reunieron en templos y mezquitas de todo Irak el domingo para el ritual religioso de Ashura, mientras las fuerzas de seguridad vigilaban para evitar los sangrientos ataques que han deslucido peregrinajes anteriores.
Parlantes transmitían los cantos tradicionales del Ashura en Bagdad y la ciudad de Kerbala, lugar del templo más importante donde los chiíes recuerdan la muerte del nieto del profeta Mahoma, el imán Husein en el 680 D.C.
Sadam Husein, quien era suní, estableció estrictos límites al tradicional peregrinaje a Kerbala, pero desde que fue derrocado en el 2003 el Ashura se ha convertido en una muestra de fortaleza de la mayoría chií de Irak y en el principal blanco de los insurgentes suníes.
La seguridad es especialmente importante antes de la elección nacional del 7 de marzo, donde el primer ministro chií Nuri al-Maliki lucha por defender su afirmación de que ha calmado la violencia en Irak tras una serie de devastadores ataques con bombas en la capital en los último meses.
Unos 20.000 miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes formaron cordones en torno a Kerbala, se prohibió el transito de vehículos y 1.000 francotiradores fueron desplegados en los tejados de los edificios. Los soldados vigilaban con perros y aparatos para rastrear explosivos.
"Fue difícil entrar, pero es mejor que tener bombas y muchas víctimas", dijo Mohammed Abu Sajad, un peregrino en Kerbala.
Peregrinos, en su mayoría vestidos de negro, llenaron las calles que se dirigen a los templos de domos dorados del imán Husein y el imán Abas, muchos se golpeaban el pecho en señal de luto y cantaban relatos sobre la muerte de Husein en el campo de batalla en Kerbala.
Para los chiíes, la muerte de Husein simboliza el enfrentarse a la tiranía con las posibilidades en contra. También es un recordatorio de las divisiones con los suníes, que no veneran a Husein de la manera en que lo hacen los chiíes, debido a la sucesión del profeta Mahoma.
Los años de violencia sectaria después de la invasión de Estados Unidos casi han destrozado a Irak.
A pesar de la rigurosa seguridad ha habido ataques esporádicos y de pequeña escala contra los peregrinos en los días recientes. Una bomba en el camino dejó en la mañana del domingo cuatro peregrinos muertos y otros 18 heridos en Tuz Khurmato, en el norte de Bagdad. Otra dejó dos peregrinos muertos y ocho heridos el sábado en Bagdad.
El gran número de peregrinos que viajan a Kerbala a pie desde todo el país hace muy difícil el garantizar la seguridad durante el Ashura.
Las reuniones religiosas chiíes han sido escenario de gran número de muertes en el pasado. En el 2005, los rumores de un ataque suicida provocaron el pánico entre los peregrinos de ritual religioso, la estampida resultante hacia un puente dejó cerca de 1.000 personas muertas y llenó el río de cadáveres.
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