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Un minero en huelga reconoce que les "flojean las piernas", pero "no el ánimo"

EFE

Uno de los cuatro mineros en huelga de hambre de Ponferrada (León), Miguel Menéndez, ha reconocido hoy, en conversación telefónica con Efe, que en el cuarto día de ayuno a él y a sus compañeros les han empezado a "flojear las piernas", pero "no el ánimo", que sigue "intacto" en su lucha reivindicativa.

Este minero de 37 años, trabajador de la empresa Hijos de Baldomero García, permanece junto a sus tres compañeros de profesión acampado frente a las oficinas del Grupo Victorino Alonso en esta ciudad leonesa desde el lunes y, desde que anunciaron su intención, ha afirmado que no han estado solos ante el goteo constante de visitas.

Convencido de que no abandonarán su reivindicación hasta que se solucione la actual situación del carbón, ha mandado un mensaje de apoyo a los seis sindicalistas que permanecen encerrados en el Ministerio de Industria, y ha confiado en que esta acción sirva para que el Gobierno les convoque a una segunda reunión.

Asimismo, ha valorado el "apoyo unánime" de todos los compañeros del sector a los actos reivindicativos, y ha llamado a que las movilizaciones se sigan sucediendo, aunque ha lamentado que los agentes antidisturbios "estén dando tanta leña" para contener las protestas.

"En estos últimos días están actuando de una forma desmedida en las carreteras", ha criticado.

Esta mañana, el médico que visita diariamente a los cuatro huelguistas ha confirmado que siguen en buen estado y les ha instado a que continúen bebiendo frecuentemente agua de suero. "No sé si después de esto volveremos a probarla", ha bromeado Menéndez sobre este compuesto.

Pendientes de lo que dicen en la televisión de ellos -cuentan en la tienda de campaña con una que "sólo coge dos canales"-, ha sostenido que, entre que reciben y saludan a todos los visitantes que se acercan a darles muestras de apoyo, no les "da tiempo a jugar a nada", como hicieron el primer día, cuando pasaron la tarde jugando a las cartas.

Tras haber expresado su intención de continuar su huelga de hambre hasta que solucione la crisis del carbón, Menéndez ha explicado que sus familiares les han visitado a su campamento y les han trasladado sus "ánimos".

"Ya hemos cobrado la mitad de julio, pero bueno, se puede decir que el dinero no ha sido para nosotros, sino para el banco", ha ironizado.

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