Este artículo se publicó hace 15 años.
El ministro japonés de Finanzas anuncia su dimisión
El ministro japonés de Finanzas, Shoichi Nakagawa, dimitió el martes después de verse obligado a negar que estuviera borracho en una rueda de prensa de la cumbre del G-7, aunque podría se demasiado tarde para salvar al impopular primer ministro Taro Aso o a su partido en un año electoral.
Nakagawa dijo a la prensa que el primer ministro aceptó su dimisión, al día siguiente de que Aso pidiera a su aliado que se quedara en el cargo a pesar de la indignación por su comportamiento en la reunión del G-7 en Roma de este fin de semana.
Aso escogió al ministro de Economía, Kaoru Yosano, de 70 años, para compatibilizar las dos carteras, lo que parece mostrar que habrá pocos cambios en la política de un gobierno que está teniendo problemas para sacar a Japón de una recesión profunda.
Pero la saga, que ha ensombrecido una visita de la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, y nuevos datos que muestran el hundimiento de la economía al ritmo más rápido desde la crisis petrolera de 1974, supone un enorme y quizá definitivo golpe para Aso y su partido, según analistas.
"Creo que es otra muestra de que el Gobierno de Aso está en su fase final", dijo Jonathan Allum, estratega para Japón de KB Financial Productos. "O el señor Aso será descartado por su propio partido o se dirigirá cojeando hacia la derrota en las elecciones generales".
El apoyo al primer ministro ha caído por debajo del 10 por ciento tras una serie de errores y meteduras de pata. Según las encuestas, su partido, el conservador Liberal Democrático (PLD), podría perder el poder en las elecciones de octubre.
Esto supondría terminar con 50 años de mandato casi ininterrumpido y dar paso al principal partido de la oposición, el Partido Democrático, que ha prometido reducir el control burocrático, disminuir la brecha de los ingresos y adoptar una postura diplomática más independiente con Washington.
Yosano, un halcón fiscal que ha ido volviéndose más flexible con el gasto al ir empeorando la recesión, mantendrá su cargo y asumirá las tareas de Nakagawa, que incluyen supervisar los bancos.
El año pasado, el ministro de Economía quedó segundo detrás de Aso en una carrera por el liderazgo del Partido Liberal Democrático, y desde entonces se ha convertido en un elemento clave del Gobierno y su nombre se baraja como posible sustituto si Aso cae.
El tercer primer ministro en menos de dos años está intentando que el Parlamento apruebe un plan de estímulo de la economía y un presupuesto récord de 958.000 millones de dólares para el año hasta marzo de 2010 para ayudar a sacar al país de la recesión.
En la rueda de prensa de la cumbre del G7 en Roma, Nakagawa habló con dificultad y en un momento pareció quedarse dormido. Él asegura que tan sólo tomó un sorbo de vino antes de la rueda, y que un medicamento para el resfriado afectó su comportamiento.
"He causado problemas a mucha gente", dijo en una rueda de prensa en la que anunció su renuncia. "Me disculpo por causar conmoción por mi negligente cuidado de mi salud".
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