La operación militar rusa en Georgia terminó porque "consiguió los objetivos planteados" y "no porque los haya exigido el presidente (de Estados unidos, George) Bush, declaró hoy el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov.

El jefe de la diplomacia rusa también consideró "carentes de fundamento" las declaraciones de Washington de que "Moscú es parte del conflicto y no puede por tanto cumplir la misión pacificadora".

"Esta misión no puede ser puesta en cuestión, se está cumpliendo y se seguirá cumpliendo", dijo el titular al comentar las declaraciones del portavoz del Departamento de Estado Matthew Bryza, quien acusó a Rusia de haber perpetrado una agresión contra Georgia.

"Por lo visto, no acaba de tranquilizarse por cuanto en los principios (del alto el fuego) acordados no contienen nada semejante o parecido", dijo.

Según él, los seis principios de arreglo, acordados ayer por los presidentes de Rusia y Francia, "al contrario, reiteran el papel de Rusia como pacificador".

También puso en duda las palabras del presidente galo de que Europa "por supuesto" está dispuesta a participar en la misión de paz en el Cáucaso.

"Cualquiera puede querer algo. Otra cosa es que los georgianos te bombardeen, que bombardeen los barrios residenciales", dijo.

Según él, los únicos cambios en la composición de las fuerzas de paz, que inicialmente estaban compuestas por un batallón ruso, uno georgiano y otro oseta, es que los georgianos "que dispararon contra sus compañeros (rusos y osetas), no podrán seguir en ellas".

El acuerdo consensuado por Nicolas Sarkozy y Dmitri Medvédev estipula la renuncia al uso de la fuerza; el cese definitivo de todas las acciones militares; el libre acceso a la ayuda humanitaria; y el regreso de las Fuerzas Armadas de Georgia a sus lugares de emplazamiento habituales.

Además, las tropas rusas serán retiradas a la línea que existía antes del estallido del conflicto, aunque podrán tomar medidas de seguridad adicionales hasta la creación de los correspondientes mecanismos internacionales.

Por último, resalta la necesidad de determinar las medidas que garanticen la seguridad de las separatistas Osetia del Sur y Abjasia.

Lavrov restó importancia a que al final fuese retirada la mención de abrir un "debate internacional sobre el futuro estatus" de las regiones separatistas georgianas de Osetia del Sur y Abjasia.