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Los ministros también lloran cuando les roban

Cuando a alguien le nombran ministro, le entregan un pack con una cartera de piel con el cargo grabado en letras doradas

ÓSCAR LÓPEZ-FONSECA

Cuando a alguien le nombran ministro, le entregan un pack con una cartera de piel con el cargo grabado en letras doradas, el tratamiento de Excelentísimo Señor, un coche oficial blindado y un puñado de policías que no le dejan ni a sol y ni a sombra. Eso sí, lo que no está incluido de serie en el kit ministerial es la inmunidad ante el delito.

La titular de Sanidad alemana, Ulla Schmidt, lo sabe muy bien. Se vino el pasado julio a Denia (Alicante), y ya sabe que los cacos de aquí no respetan a los excelentísimos aunque se pronuncien en la lengua de Goethe. Unos amigos de lo ajeno entraron en el alojamiento del chófer, le sustrajeron las llaves de su flamante Mercedes oficial e, inmediatamente después, su vehículo pasó a engrosar las estadísticas de criminalidad junto a los otros 100.000 automóviles que cada año son sustraídos en España.

El ministro patrio que mejor sabe cómo se las gastan los ladrones por aquí es, sin lugar a dudas, la vicepresidenta segunda y mandamás de Economía, Elena Salgado. Ya le han robado dos veces. Una, en Málaga. Unos delincuentes se acercaron a su coche oficial cuando se encontraba aparcado en un lateral del Ayuntamiento de esta ciudad andaluza durante una visita oficial y le birlaron el GPS aprovechando que nadie le había puesto el seguro al vehículo. La segunda, en Madrid. Aficionada a dar esquinazo a sus escoltas, la vice de los brotes verdes se fue a pasear como una ciudadana más por el céntrico Parque de El Retiro. Y como a una ciudadana más le robaron el bolso por el expeditivo sistema del tirón. Desde entonces, dicen los policías que la protegen, ya no se escapa por si los cacos.

Salgado no es el primer responsable de los dineros de los españoles que sabe lo que es presentar una denuncia en comisaría. A su correligionario Carlos Solchaga los ladrones le birlaron en 1989 un aparato de vídeo, un equipo de música y varias medallas conmemorativas que tenía en su chalé de Los Molinos, una localidad de la sierra madrileña donde pasaba los días de descanso. Una experiencia similar había vivido once años antes el entonces titular de la cartera de Justicia, el ucedista Landelino Lavilla. También entraron en su casa de veraneo, aunque en su caso el botín fue aún más magro: un televisor en blanco y negro que la Guardia Civil recuperó una semana después. Tampoco se ha librado de los robos Federico Trillo cuando era el jefe del, en teoría, seguro Ministerio de Defensa. Los chorizos sustrajeron uno de los coches oficiales blindados que utilizaba cuando le estaban haciendo una revisión. La Policía lo recuperó unas horas más tarde, después de que los ladrones alunizaran con él en el escaparate de un centro comercial.

Aunque, sin duda, el caso más curioso de robo en España con un ministro de por medio es el protagonizado por la titular de Interior de Macedonia, Gordana Jankulovska. La excelentísima se paseaba hace un par de años por su país en una todoterreno BMW X5 ¡¡¡robado en Madrid en 2005 al futbolista David Beckham!!! La Justicia del país balcánico lo incautó en junio de 2006 a una banda de traficantes de coches de lujo y, tras el juicio que condenó a los delincuentes, pasó a formar parte del pack de la ministra.

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