Este artículo se publicó hace 16 años.
La mirada de Carl Einstein, constructora de la historia de las vanguardias
La historia del arte está construida por ideas que se reciben de revistas, publicaciones, críticos o historiadores del arte como el alemán Carl Einstein (1885-1940), quien tuvo un papel fundamental en la construcción de la historia de las vanguardias.
Figura clave en el discurso histórico y teórico del arte, Einstein, al que el Museo Reina Sofía dedica la exposición "La invención del Siglo XX", introdujo en Occidente el arte africano, al que dedicó el libro "Negerplastik".
Este arte figura como núcleo central de una exposición cuyo objetivo es dar una descripción visual convincente de su trabajo intelectual, concentrándose en las obras de los artistas más importantes del siglo XX a quienes él conoció, con quienes trabajó y sobre quienes escribió.
Esto hace que las alrededor de 120 obras reunidas formen una exposición "muy bella y especial", según el director del museo, Manuel Borja-Villel, para quien Einstein es un historiador heterodoxo, con reconocimiento tardío.
Aunque la muestra no es muy grande, "es una pequeña joya" en la que se pueden contemplar destacadas obras de los artistas más importantes de la vanguardia como Picasso, Miró, Braque, Leger, Gris, Klee o George Grosz.
"No hemos querido hacer una exposición biográfica, sino intelectual que mostrase su visión, aunque en su trayectoria el aspecto biográfico tiene también mucha importancia ya que fue amigo de artistas españoles como Picasso, Gris o Miró, lo que le motivó participar en la Guerra Civil", comentó el comisario Uwe Fleckner, quien se refirió a las dificultades que ha habido "para traer las obras que queríamos".
Según Fleckner el título de la exposición "trata sobre la invención del estos artistas, pero fundamentalmente se puede decir que Einstein inventa el siglo XX, porque en su libro "El arte del Siglo XX", escrito en el primer cuarto del siglo, se atrevió a inventar un modelo teórico e intelectual sobre cómo pensaba que se iba a desarrollar el arte del siglo XX".
El autor "no es objetivo en su mirada de la historia del arte " ya que en ella faltan el Constructivismo ruso y el Expresionismo alemán, "con los que fue muy crítico".
El recorrido de la muestra comienza con una serie de libros que reflejan su pensamiento para continuar con piezas de arte primitivo africano que se sitúan en el centro de la sala. Por primera vez se reúnen casi cuarenta obras originales reproducidas en su famoso "Negerplastik" ("La escultura negra"), de 1915.
"En este tiempo buscaba una solución integrada de la fragmentación que había en el arte, y en el arte africano encontró lo que quería. Este arte interpretaba todas las corrientes de su tiempo; fue el primero que consideró el arte africano como arte y vio la relación que tenía con el Cubismo", declaró el comisario.
El Dadaísmo y el Verismo está presente con obras de Max Beckmann, Rudolf Schlichter, Otto Dix y George Grosz, con los que compartió esperanzas frustradas en un nuevo punto de partida político y su juicio radical sobre la República de Weimar. Otro espacio exhibe los ocho números de la revista surrealista-antropológica "Documents", junto a obras de Giacometti, Arp, Klee.
El cubismo, que para él era un modo de repensar el sujeto, ocupa otro espacio destacado. En sus textos de los años veinte y treinta formuló una interpretación del Cubismo que desarrolló a partir de estudios filosóficos, matemáticos y psicológicos.
Einstein, amigo de Georges Braque, Juan Gris y Fernand Léger, estaba convencido de que el Cubismo era una imagen del mundo y del hombre acorde con la época. Las obras de estos artistas y de Picasso destruyeron la realidad convencional para crear otra nueva.
El Cubismo quedó definido como un realismo muy especial: "El verdadero realismo no consiste en reproducir objetos, sino en crearlos".
En la segunda mitad de los años veinte se ocupó del Surrealismo, al que la exposición dedica un espacio con obras de Masson, Joan Miró, Gaston-Louis Roux, Hans Arp y Paul Klee, que mantenían una distancia crítica con el surrealismo doctrinario.
Radicalizado políticamente por sus experiencias en la Primera Guerra Mundial y activista comunista, vino a España para luchar al lado del famoso anarquista Buenaventura Durruti. En julio de 1940 se suicidó.
En el apartado dedicado a la Guerra Civil, se exhiben obras de Pablo Picasso y Joan Miró, además de un busto de Carl Einstein realizado por Benno Elkan y una obra de George Grosz recién adquirida por el Museo Reina Sofía.
Mila Trenas
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