A más de 35.000 pies de altitud y a velocidad de crucero ha presentado el diseñador Francis Montesinos su colección otoño-invierno 2012/2013. El vuelo Madrid-París de una compañía de bajo coste ha sido en esta ocasión la inusual pasarela de un auténtico 'desfile de altura'.

"Señores y señoras pasajeros a continuación nuestro avión se convertirá en una pasarela de lujo con el desfile de uno de los mejores diseñadores de España" con esta frase, música a todo volumen, y en un punto intermedio del espacio aéreo entre Madrid y París, ha comenzado el paseo de cinco espectaculares modelos ante la atónita mirada de los pasajeros.

La sofisticación y la comodidad de las prendas que el diseñador valenciano mostró hace dos días en la pasarela Madrid Fashion Week ha desfilado hoy a mucha altura y con alguna que otra turbulencia.

Transparencias, faldas muy cortas, seda y lentejuelas, acompañados por tacones de vértigo, han desfilado esta noche bajo la atenta e inquieta mirada de su creador.

Los pasajeros, sorprendidos con el inesperado desfile, han sido una parte fundamental del show: aunque alguno que otro se mostraba indiferente ante el pase de modelos, la mayoría aplaudían cada giro y guiño de las maniquíes, que han disfrutado de la cercanía con el público.

"Deberían hacer esto más a menudo, los vuelos son muy aburridos" explicaba Paula, una pasajera de Sevilla que visitaba por primera vez la capital de la moda.

Igual de emocionadas se ha mostrado la tripulación, que ha participado activamente en el show haciendo de presentadores y aplaudiendo cada movimiento de las modelos.

"Ha sido extraño y muy raro, era como si flotara, me ha entrado la risa. La pasarela es más cómoda y tienes más espacio, esto ha sido un poco más casero, pero repetiría la experiencia", ha explicado a Efe Elena, una de las modelos escogidas para el atípico evento.

Montesinos se ha mostrado muy satisfecho con esta atípica pasarela y aunque los nervios de la Madrid Fashion Week ya habían pasado, ha cuidado los detalles de este desfile como si de una pasarela internacional se tratara.

Antes de embarcar, ha revisado el atuendo, maquillaje y peinados de las modelos en un backstage instalado en el aeropuerto de Barajas para la ocasión.

Una vez dentro se ha mostrado muy satisfecho con el resultado: "Ha sido fantástico, aunque raro, jamás me hubiera imaginado que iba a presentar la colección en un avión. Pero estoy muy contento, sobre todo por las modelos, que lo han hecho estupendamente a pesar del movimiento del avión".

Esta innovadora apuesta ha sido pertrechada con cinco trajes y dos desfiles, uno de viaje de ida y otro de vuelta. Una mezcla de elementos que han conseguido un objetivo a primeras luces imposible: que la moda española suba a los cielos.

Celia Sierra