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El MoMA explora el proceso creativo de Picasso a través de sus grabados

EFE

El proceso creativo que siguió el artista español Pablo Picasso en los primeros años del siglo XX, y en especial durante sus periodos azul y rosa, son el centro de la exposición de grabados que el museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York presentó hoy.

"Picasso: Temas y variaciones", que abrirá al público del 28 de marzo al 6 de septiembre, reúne un centenar de grabados con los que el MoMA decidió explorar los periodos azul y rosa del pintor malagueño (1881-1973) que le llevarían hasta el cubismo.

"La faceta de Picasso como grabador no es tan conocida como la de pintor y con esta exposición queremos que la gente se de cuenta de lo gran grabador que era. El cambió realmente el formato y lo revolucionó", explicó hoy a Efe la comisaria de la muestra, Deborah Wye.

La exposición sigue la evolución artística de Picasso a través de sus experimentos con aguafuertes, litografías o las impresiones en relieves realizadas mediante la técnica del corte de linóleo y de punta seca, y las imágenes que plasmaba de esa manera como parte de su continuo proceso de cambio artístico.

El MoMA, explicó Wye, tiene centenares de grabados de Picasso en su colección y en esta ocasión se ha concentrado en sus series temáticas y en la evolución de sus composiciones y sus diferentes fases.

"Los grabados permiten ver con claridad esta parte fundamental de su obra, ya que se pueden documentar las diferentes etapas" por las que evolucionó el pintor español, señaló la comisaria, en referencia a algunas litografías que empiezan mostrando la figura de un toro hasta evolucionar en puras líneas abstractas.

Las cambiantes interpretaciones que Picasso realizaba de las mujeres y lo que ellas representaban en su vida y en su creatividad se reflejan también en los grabados elegidos por el MoMA.

Cada vez que el artista español se involucraba sentimentalmente con una mujer, convertía a ésta en parte de su vocabulario artístico y reflejaba su figura, y sus cambios respecto a ella en su obra.

Esta exposición incluye algunos de los grabados que esas mujeres inspiraron a Picasso, como la que refleja a Madeleine, una de sus amantes de las que no conocía más que el nombre, y otros realizados en corte de linóleo de su segunda esposa, Jacqueline Roque (1927-1986).

También hay grabados de Marie-Thérèse Walter (1909-1977), que fuera su modelo, amante y madre de su hija Maya Widmaier-Picasso, así como de su primera esposa, la bailarina Olga Khokhlova (1891-1954), de la fotógrafa y pintora Dora Maar (1907-1997) y de la pintora y escritora Francoise Gilot (1921).

En coincidencia con la exposición del MoMA, la galería de arte neoyorquina Marlborough realiza otra muestra con una colección de 200 grabados del pintor español sobre las mujeres que los inspiraron y que en su mayoría han sido cedidas por su hija Maya.

"La curiosidad insaciable de Pablo Picasso y su incansable necesidad de crear arte le llevaron a utilizar medios diferentes a la pintura" para lograrlo, recordó Wye en referencia a los dibujos, esculturas, grabados y cerámicas en los que el maestro español expresaba su creatividad.

Picasso adquirió una imprenta en su juventud, que utilizó como parte de su trabajo, en el que también incluyó técnicas como los aguafuertes y de punta seca, en los que plasmó sus trabajos de los periodos azul y rosa.

Entre las obras expuestas está "Le Repas frugal" (1904), que muestra a una pareja de indigentes ante una mesa, al igual que otras que del mundo del circo o la serie de imágenes abstractas que Picasso realizó en 1910 para ilustrar un libro del poeta y periodista (1876-1943) Max Jacob, con quien trabara amistad durante sus primeros años en París.

Los expertos del MoMA señalaron que los grabados representaron "un pequeño, pero continuo papel" en sus primeros trabajos, en especial al final de la década de los veinte y al principio de la de los treinta, cuando el artista se comprometió definitivamente con una técnica que utilizaría el resto de su vida.

Destacaron su personal manera de realizar sus composiciones, que él mismo definió como una particular forma "de escribir ficción".

"Picasso creó los cuentos del Minotauro, de faunos y sátiros y de las corridas de toros, y en 'Minotauromaquia' (1935) combinó el mito de Minotauro y la violencia de las corridas de toros en una escena muy enigmática y simbólica, considerada como un hito para la impresión moderna", agregaron.

El artista español, que a lo largo de su vida produjo más de 2.500 grabados en diferentes técnicas, también colaboró con otros pintores de la época como Roger Lacourière, Fernand Mourlot, Hidalgo Arnéra y Aldo y Piero Crommelynck, con quienes llegó a crear un taller de aguafuertes en Mougins (Francia).

Además de la exposición, el MoMA ha editado un catálogo escrito por Deborah Wye y lanzará un proyecto interactivo por internet en el que se podrán ver unos 250 trabajos de los más de 1.000 grabados que forman parte de la colección del museo neoyorquino.

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