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Mondrian y el movimiento De Stijl dan las claves del arte moderno en París

EFE

El Centro Pompidou inauguró hoy la exposición "Mondrian/De Stijl", en la que entrelaza la obra del gran pintor abstracto del siglo XX Pierre Mondrian (1872-1944) con la de ese movimiento vanguardista que lideró, considerado clave para comprender las fuentes del arte moderno.

Es la primera muestra de estas dimensiones que se dedica al artista holandés desde 1969 en la ciudad donde entre 1912 y 1938 creó lo esencial de su obra, subrayaron sus organizadores.

En busca de armonía plástica, de un lenguaje universal de formas y colores primarios que lleve más allá de la pintura, Mondrian fue la figura central y la más célebre del movimiento De Stijl, destacaron los comisarios de la muestra, Brititte Leal y Frédéric Migayrou, en el material entregado a la prensa.

También es novedosa la presencia del movimiento holandés De Stijl (El Estilo), que sintetizó "una visión estética y social" que aspiraba a lo universal y soñaba con inventar un "arte total", agregaron.

La exposición, que permanecerá abierta hasta el 21 de marzo de 2011, ilustra las altas aspiraciones vitales y artísticas así como el polifacético trabajo de Mondrian y de sus compañeros más próximos, en particular Theo Van Doesburg y Gerrit T.Rietveld, con quienes fue en busca del "arte total".

Aunque se divide en tres secciones, pues comienza y se cierra con los artistas y arquitectos del movimiento De Stijl, desde los orígenes de su "territorio artístico" a sus influencias y su difusión, tiene dos partes bien diferenciadas.

En el centro la dedicada a Mondrian, con un centenar de obras maestras sobre sus más de dos décadas de creación parisiense, en las que fue desde el cubismo, descubierto junto a Pablo Picasso, al neoplasticismo; de la realidad natural a la realidad abstracta.

El conjunto reúne óleos, dibujos, fotografías, retratos, autorretratos, planos, documentos, artefactos móviles, material audiovisual, y también piezas de mobiliario y espacios arquitectónicos, entre ellos la reconstrucción del célebre taller parisiense del artista.

Lugar donde vivió con gran austeridad, pero con mucho arte e intensa actividad, desde 1912 a 1938.

Como puede comprobarse en Beaubourg, ese "santuario" artístico, situado en el número 26 de la rue du Départ, en el barrio de Montparnasse, no fue "decorado" por Mondrian, sino tratado como una creación, hasta constituir con sus muebles, su estufa, su cama, su caballete y sus paredes, un espacio de arte total.

La reproducción de ese bello "laboratorio experimental" tal y como era en 1926, ilustra cómo Mondrian jugó con la geometría, la arquitectura, los colores planos, el diseño y por supuesto su pintura.

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