El Gobierno del presidente de Bolivia, Evo Morales, estudia la posibilidad de que los embajadores de la Unión Europea (UE) actúen como mediadores en el conflicto que tiene con los líderes opositores de seis departamentos, informó hoy una fuente oficial.

El portavoz presidencial, Alex Contreras, dijo que esa posible mediación fue analizada la noche del viernes en una reunión entre el presidente y los embajadores europeos, indicó hoy la Agencia Boliviana de Información (ABI, estatal).

"Se ha intercambiado criterios y la posibilidad de que ellos puedan ser veedores de un posible diálogo con los prefectos (gobernadores) y el presidente Evo Morales", afirmó Contreras.

Según el portavoz, el mandatario ratificó a los diplomáticos que el Gobierno está dispuesto a dialogar sin condiciones y con una agenda abierta para los temas.

Bolivia está inmersa en un grave conflicto político desde que a fines de noviembre, la Asamblea Constituyente, solo con la participación del oficialismo y sus aliados, aprobara en primera instancia el proyecto de Carta Magna, en un liceo militar de Sucre, en medio de disturbios que causaron tres muertos y 300 heridos.

El domingo pasado, la Constituyente completó en la ciudad de Oruro la aprobación artículo por artículo del proyecto impulsado por Morales, en una sesión denunciada como ilegal por el principal partido opositor de derecha Poder Democrático Social (Podemos).

Morales ha insistido durante esta semana en convocar al diálogo a la oposición, en particular a los gobernadores opositores de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, regiones que en las próximas horas de hoy presentarán estatutos autonómicos al margen de la ley.

Además de los cuatro gobernadores de esas regiones, el de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, y los líderes cívicos de Chuquisaca también rechazan el proyecto de nueva Carta Magna que debe ser sometido a referendo el próximo año antes de entrar en vigor.

El texto constitucional será entregado a Morales por la directiva oficialista de la Asamblea en las próximas horas de hoy en una fiesta, organizada en la plaza de armas de La Paz, a las puertas del palacio de Gobierno, en la que participarán los movimientos sociales aliados de Morales.