Este artículo se publicó hace 15 años.
Muere una niña británica tras vacunarse contra el papiloma
Una adolescente británica murió después de recibir la vacuna contra el cáncer de cérvix de GlaxoSmithKline, pero según indicaron el lunes las autoridades sanitarias, por el momento no se ha encontrado relación entre su muerte y el fármaco.
La joven de 14 años cayó enferma tras recibir la vacuna Cervarix contra el virus del papiloma humano (VPH), una enfermedad de transmisión sexual, en su colegio en Coventry, en el centro de Inglaterra, como parte de un programa de inmunización nacional. Murió en el hospital posteriormente.
"El incidente de produjo poco después de que la niña recibiera su vacuna contra el VPH en la escuela", indicó en un comunicado el doctor Caron Grainger, director adjunto de Salud Pública del NHS (Servicio Nacional de Salud) en Coventry y el Consejo de la Ciudad.
"No se puede establecer una relación entre la muerte y la vacuna hasta que se conozcan todos los hechos y se lleve a cabo la autopsia. Estamos realizando una investigación urgente y completa sobre los sucesos que rodean esta tragedia", aseguró.
Glaxo dijo estar atrabajando con el Departamento británico de Salud y la MHRA (Agencia Regulatoria de Medicinas y productos Sanitarios) para comprender mejor el caso.
"En esta fase, se desconoce la causa exacta de esta trágica muerte", señaló en un comunicado el director médico de la empresa, el doctor Pim Kon.
"Como medida de precaución, la remesa de vacuna implicada ha sido puesta en cuarentena hasta que la situación se comprenda del todo", añadió Kon.
La muerte de esta joven se conoce el día antes de una posible decisión de las autoridades regulatorias estadounidenses sobre si aprueba Cervarix para su venta en EEUU. Sin embargo, la Administración de Fármacos y Alimentación de EEUU suele dejar que pase la fecha en la que se espera su decisión, o anuncia un retraso.
Unas pocas niñas del colegio de la joven fallecida presentaron síntomas leves como mareos y nauseas, pero no fueron ingresadas, indicaron las autoridades sanitarias.
GlaxoSmithKline, fundada en Brentford, Middlesex, indicó que se han entregado más de 1,4 millones de dosis de Cervarix como parte del programa de inmunización nacional.
Hasta ahora, los efectos adversos que se conocían estaban relacionados con signos y síntomas conocidos de efectos secundarios, o se debían a la inyección y no a la vacuna en sí misma.
Cervarix se administra en tres dosis separadas a lo largo de seis meses.
De aprobarse en EEUU, el fármaco competiría con el Gardasil de Merck & Co, que lleva en ese mercado desde 2006 y en el segundo trimestre de este año vendió dosis por valor de 268 millones de dólares.
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