Este artículo se publicó hace 16 años.
La muerte atraviesa una intensa jornada de cine latino
La vejez y la muerte, plasmadas en el corto "A Espera", de la brasileña Fernanda Teixeira, abrieron hoy una intensa jornada de cine latinoamericano en Cannes, donde tres cineastas de Argentina, Brasil y Chile muestran obras que contrastan con las lentejuelas de la alfombra roja.
Teixeira, que tiene apenas 23 años, muestra de forma implacable, en los quince minutos que toma para contarla, la vida de un anciano solitario e ilustrado que decide abandonar a su perro.
La muerte está presente también en "A festa da menina morta" la película que el brasileño Matheus Nachtergaele presenta hoy en la competición alternativa "Una Cierta Mirada".
Gracias a Matheus Nachtergaele, el Festival descubrirá a 'Santinho', autor de un supuesto milagro relacionado con el suicidio de su madre que le convierte en líder de una comunidad espiritual en la Amazonía profunda.
Desde este punto de partida, "A festa da menina morta" retrata a los miembros de la secta y aspira a ilustrar la increíble capacidad del ser humano para "armarse de fe" y buscar un sentido "al horror de la muerte".
Otra cruda realidad queda plasmada en el largometraje del argentino Pablo Agüero, "Salamandra", que se estrenará esta noche en la sección paralela La Quincena de los Realizadores.
Agüero (1977) vuelve a Cannes con un filme inspirado en su infancia, su madre, sus experiencias personales y El Bolsón, lugar perdido de la Patagonia donde vivió, todos ellos elementos recurrentes en la obra de este autor precoz, cuyos cortometrajes fueron siempre muy apreciados.
En el 2006 ganó, con "Primera nieve" una obra en la misma línea que la que presenta este año, el gran premio del Jurado en la competición oficial de cortometrajes de Cannes, y el premio al Mejor Cortometraje del Festival de Gijón.
En su última obra Agüero cuenta su experiencia de una Argentina que ya vivió la dictadura, en la que una joven madre de 30 años sale de la cárcel y recupera a su hijo de seis y se lo lleva a El Bolsón, refugio de "renegados de los cuatro puntos cardinales", meca del movimiento hippy, escondite a la vez de nazis y de resistentes a la dictadura, millonarios ecologistas y locos en general.
Otra gran presencia latinoamericana en la cartelera del día en Cannes es la del director chileno Alejandro Jodorowsky.
El polifacético artista y psicomago estrena esta noche la copia restaurada de una de sus obras de culto, "Santa Sangre", rodada en México en 1989.
Es la historia de 'Fenix', un niño de 12 años que vive en el circo de su padre, 'Orgo', mujeriego lanzador de cuchillos que tiene serios problemas con el alcohol, que podrá redescubrirse en el espacio oficial Cannes Classics.
Esta sección creada para cuidar y rescatar del pasado, del olvido o de la desaparición, grandes obras del séptimo arte, es tan fundamental para el Certamen como su Competición principal, La Cinefondation o el Taller de apoyo a la creación de operas primas.
Jodorowsky conoce bien Cannes Classics y la sala Luis Buñuel del Palacio de los Festivales donde se proyecta su selección de películas, pues hace ya dos años vivió "la proeza" de que se estrenasen en ella la restauración de dos de sus primeras obras, "El Topo" (1970) y "The Holy Mountain" (1973).
La directora argentina Lucrecia Martel, en busca de la Palma de Oro, está también presente hoy en el Festival con "La mujer sin cabeza" y el estadounidense Steven Soderbergh presentará otra obra de temática latinoamericana, su esperado "Ché"
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