La muerte de uno de los protagonistas y el cierre definitivo y sin flecos significativos de la trama de misterio, suspense y amor, es la forma que han elegido los guionistas de El Internado (Antena 3) para dar el punto y final a la serie de Globomedia.

El desenlace de la ficción ha sido guardado con la mayor cautela. Ni imágenes, ni vídeos, ni una filtración para mantener en vilo a todos los fieles seguidores que verán resueltos los misterios en un final caracterizado por un ritmo trepidante y la tensión.

La Laguna Negra cierra sus puertas tras casi 6.400 horas de emisión divididas en 71 capítulos y siete temporadas que han enganchado a una media de tres millones de espectadores cada semana.

Al final, lo que empezó como un internado lleno de misterio se ha acabado convirtiendo en un proyecto neonazi de experimentación con virus letales. Un grupo de adolescentes tienen la nada despreciable misión de, además de salvarse a sí mismos, hacer lo propio con el resto del mundo. ¿Lo conseguirán?

En el último capítulo, que se emite hoy, todo depende de unos números: 07 15 24 35 44 57. Los que Max dio a Iván en un sueño son los que hacen funcionar la máquina que puede salvarles la vida a todos. Si eso no funciona, estarán perdidos porque Max ha muerto a manos de Amaia, la última infiltrada de Ottox dentro del colegio.

Pese a todo, la máquina acaba funcionando. Es entonces cuando Hugo y los militares planean otra forma de deshacerse de los habitantes de El Internado: con un gas. La única salida para huir del encierro parecen ser los pasadizos, aunque lo que no saben Martín, Alicia y Fermín es que con el teniente Garrido allí otro infiltrado no llegarán muy lejos.

Por su parte, los hermanos Espí, Samuel e Irene, ignoran todo lo que sucede en el centro y tratan de llegar a él para reencotrarse con Paula, Marcos y el pequeño Samuel.