Dos personas murieron hoy en Homs, en el centro de Siria, tras ser heridas por disparos de las fuerzas de seguridad durante una manifestación que tuvo lugar anoche, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

En un comunicado, la organización detalló que los manifestantes se habían concentrado en la zona de Bab al Seba (Homs) después de la oración del "Tarawih", típica del mes de ramadán, y las fuerzas del régimen de Bachar al Asad abrieron fuego contra ellos.

Las protestas de ayer en Homs tras la oración nocturna también dejaron cinco muertos por disparos y decenas de heridos, algunos de ellos muy graves.

El presidente del Observatorio, Rami Abdul Rahman, explicó a Efe en conversación telefónica desde Londres que 17 personas fallecieron ayer en Siria, seis de ellas en la ciudad costera de Latakia (noroeste), que ha sido durante días uno de los principales objetivos militares.

Rahman matizó que, en el caso del campo de refugiados palestinos situado en el barrio de Al Raml, en el que habían entrado las tropas, son los sirios y no los palestinos quienes se están viendo perseguidos.

"En esa zona viven unas 250.000 personas, de las que sólo 4.000 son palestinas. El resto son sirios y las detenciones van dirigidas hacia ellos, no hacia los palestinos", refirió el activista sirio después de que la agencia de la ONU de auxilio a los refugiados palestinos alertase de que la mayoría de los 10.000 refugiados del campo de Latakia habían huido.

Mientras, habitantes de Latakia aseguraron al Observatorio que hay vehículos militares en algunas de las principales calles de la ciudad, por lo que temen que se vaya a lanzar una operación amplia en los barrios donde se han desplazado numerosas familias.

El grupo opositor Comités de Coordinación Local, por su parte, dio cuenta de tiroteos intermitentes en Latakia y en Bab al Seba, donde la presencia militar ha llevado a los dueños de las tiendas a cerrar sus locales por miedo a una ofensiva.

La agencia oficial de noticias SANA se limitó a señalar que las tropas se han retirado de la localidad de Deir al Zur (este) tras haber culminado su misión contra "grupos armados terroristas", a los que acusa de los disturbios sin reconocer que en las protestas participan civiles.

Desde que comenzaron en marzo pasado las protestas populares contra el régimen de Bachar al Asad, las fuerzas de seguridad han reprimido con violencia a los manifestantes en ciudades como Hama o Deir al Zur y han intensificado su ofensiva durante el presente mes de ramadán.

Aunque no existe información que se pueda verificar de forma independiente por el estricto bloqueo informativo en Siria, los organismos de derechos humanos calculan que más de 2.200 personas han fallecido desde el inicio de la revuelta.