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La muestra "Maremagnum", del fotográfo Jordi Socías, abre sus puertas en EE.UU.

EFE

La exposición Maremagnum, del fotógrafo Jordi Socías, se inauguró hoy en Washington para mostrar una retrospectiva sobre los últimos 30 años de trabajo del artista español.

La muestra, inédita en Estados Unidos, está formada por 78 imágenes, en su mayoría en blanco y negro, revisadas y seleccionadas por el propio artista, y forma parte de la cuarta edición del festival FotoWeekDC, que finaliza el próximo día 12, aunque la exposición se podrá visitar hasta el 4 de febrero de 2012.

"El planteamiento de esta exposición no es histórico, tal vez estético, porque el planteamiento es que aquí están las fotos que más me gustan", dijo hoy Socías en una entrevista con Efe.

Las instantáneas de Maremagnum hacen un recorrido por algunos momentos de la Transición española, pero también miran hacia personajes mundialmente conocidos por su presencia en la cultura y el cine.

Penélope Cruz, Francis Ford Coppola, Bernardo Bertolucci o Jorge Luis Borges son algunas de las personalidades que se presentan inmortalizadas en esta exposición.

"Hay personajes que no hace falta que hagan muchas cosas, sólo necesitas el punto de vista adecuado. Si tienes a Polanski o a Coppola, no hace falta que ellos hagan demasiado", dice.

Socías explica que el fotoperiodismo de calle y el retrato posado no son excluyentes, y que lo "mejor" de su profesión es precisamente que ha podido vivir esos momentos y que le ha permitido conocer a personas "increíbles".

"Estoy participando como persona y como fotógrafo en ese instante", cuenta mientras se refiere a una imagen de las manifestaciones tras los asesinatos de los abogados laboralistas en el Madrid del 77, pero confiesa que del retrato "se lleva puesto" haber podido conversar con esas personalidades.

La muestra comprende también un conjunto de imágenes que el autor denomina "Situaciones encontradas" e imágenes cotidianas de ciudades como Santiago de Cuba, Pekín, Londres o Barcelona.

"Soy un vividor, he tenido la suerte de tener este oficio y de vivirlo. Hay muchas cosas en la vida que me voy a perder, y muchas que he vivido y que voy a ver, lo que está claro es que hay que morir con las botas puestas. (...) Lo mejor de esto es haber vivido lo que otros ven o leen, eso es lo maravilloso de mi trabajo", concluyó.

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