Este artículo se publicó hace 15 años.
La mujer que tiró al Papa dice que no quería hacerle daño
Susanna Maiolo, que tiene la nacionalidad suiza y la italiana ha sido trasladada a un centro especializado en psiquiatría
La mujer que empujó y tiró al al suelo al papa Benedicto XVI en la basílica de San Pedro del Vaticano durante la Misa del Gallo, Susanna Maiolo, de 25 años, ha asegurado que "no quería hacer" daño al Pontífice.
"No quería hacer daño al Santo Padre", aseguró Maiolo a los médicos que la atendieron tras ser ingresada en el departamento de psiquiatría de hospital Santo Spirito, de Roma, cercano al Vaticano, según informaron hoy medios italianos.
Según estas fuentes, los médicos que la trataron aseguraron que se trata de una persona con "problemas psíquicos", con un "pensamiento inestable", que fue lo que la llevó a intentar en dos ocasiones (en la Nochebuena de 2008 y la de este año) acercarse al Pontífice.
Tras un primer reconocimiento en el Hospital Santo Spirito, la mujer que tiene la nacionalidad suiza y la italiana ha sido trasladada a un centro especializado en psiquiatría de las afueras de Roma, que no ha sido desvelado.
Susanna Maiolo vino expresamente desde Suiza, donde vive, hasta Roma para participar en la Misa del Gallo, lo mismo, según las fuentes, que hizo en 2008.
Seguridad del pontíficeEste suceso, que ha puesto sobre la mesa el problema de la seguridad del Papa, en el Vaticano se ha intentado minimizar, aunque "existe preocupación", ya que al Papa le gusta estar con la gente y es imposible garantizar al cien por cien su seguridad.
También, teniendo en cuenta que tiene ya casi 83 años, gestos como este, en el que el Papa fue empujado y arrojado al suelo, pueden ocasionarle graves problemas de salud, ya que, añadieron, también se pudo haber roto una pierna -como el cardenal Roger Etchegaray, de 87 años, que le acompañaba en ese momento-o cualquier otra parte del cuerpo.
El cardenal arzobispo de Génova reduce el suceso al "intento de una señora de saludar al Papa"
El presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el cardenal arzobispo de Génova, Angelo Bagnasco, intentó quitar hierro al caso y dijo que lo ocurrido la Nochebuena en la basílica de San Pedro fue simplemente "el intento de una señora de saludar al Papa".
Ante si ese episodio puede ser considerado un delito y a quien corresponde juzgarlo, el presidente del Tribunal del Vaticano, Giuseppe Dalla Torre, ha afirmado que al Vaticano, pero que antes de nada hay que verificar las condiciones mentales de la mujer.
El portavoz vaticano, Federico Lombardi, ha asegurado que no sabe si se tomarán acciones judiciales contra la mujer. El jesuita precisó que "la justicia de la Santa Sede es normalmente muy benévola".
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