Este artículo se publicó hace 14 años.
Mujica asume la presidencia de Uruguay prometiendo estabilidad
El ex guerrillero José Mujica asumió el lunes la presidencia de Uruguay con la promesa de mantener una macroeconomía "ortodoxa y prolija" y amplias políticas sociales, en el que será el segundo Gobierno consecutivo de izquierdas en el país.
Con una multitud en las calles enarbolando banderas uruguayas y de la coalición izquierdista Frente Amplio, Mujica hizo una llamada al diálogo entre partidos para establecer políticas de Estado y facilitar el gobierno, dejando de lado los conflictos.
"Sería contranatura que nos dedicáramos a confrontar y no a concertar. Las batallas por el todo o nada son el mejor camino para que nada cambie y todo se estanque", dijo Mujica en su discurso de investidura, que fue muy aplaudido por políticos de todas las formaciones presentes en el Congreso y dignatarios extranjeros.
El líder de 74 años prometió una gestión estricta de la economía y del sistema bancario, vital para Uruguay, una nación de 3,3 millones de habitantes que vive de la agricultura, la ganadería, el turismo y la inversión de no residentes.
"Una macroeconomía prolija es un prerrequisito para todo lo demás (...) Vamos a ser ortodoxos en la macroeconomía y lo vamos a compensar siendo innovadores y atrevidos en otros aspectos", dijo Mujica.
Mujica, con el estilo campechano que le caracteriza, dijo que había pasado la mañana previa a su investidura "tomando unos mates con la vieja" y aseguró que no estaba nervioso ya que "pasé muchos exámenes".
Sin embargo, en alusión a los desafíos a los que tendrá que enfrentarse como presidente, señaló que "hoy son todas mieles. Hoy es el cielo, mañana empieza el purgatorio".
RETOS DEL GOBIERNO
Entre esos desafíos, Mujica debe buscar una solución a un dilatado conflicto medioambiental con la vecina Argentina que ha dañado la relación bilateral y afectado al comercio y el turismo.
Su Gobierno también tendrá que resolver una situación fiscal ajustada y fuertes vencimientos de deuda. Algunos analistas económicos afirman que tendrá que hacer un ajuste de gastos que podría afectar las amplias políticas sociales del Estado uruguayo.
"Seremos serios en los gastos, en la política fiscal, en la política monetaria (...) seremos más que serios, seremos perros en la vigilancia del sistema financiero", agregó el nuevo presidente, vestido con traje oscuro y camisa blanca, sin corbata.
A la ceremonia de investidura asistieron seis mandatarios de la región, el príncipe Felipe y la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, que antes se reunió con Mujica para ofrecerle cooperación en las áreas de educación, tecnología, negocios, comercio e inversiones.
"Su país, presidente electo Mujica, es un modelo para muchos otros, no sólo en nuestro hemisferio, sino en todo el mundo", dijo Clinton.
La jornada estuvo marcada también por la preocupación regional con la situación de Chile tras el devastador terremoto que este fin de semana mató a más de 700 personas y destruyó pueblos enteros.
En su discurso, Mujica criticó el actual estado de la unión aduanera Mercosur, integrada también por Brasil, Paraguay y Argentina, y pidió mayor compromiso con el bloque por parte de sus socios mayores.
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