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El mundo de la cultura, la política y sus paisanos despiden al editor

EFE

La fría iglesia de La Purísima de Salamanca ha congregado hoy el calor de numerosos representantes del mundo de la cultura, de la política, salmantinos y amigos, que han abarrotado el templo para despedir al editor Germán Sánchez Ruipérez.

Un amplio cortejo presidido por su viuda, Ofelia Grande, y sus familiares, ha querido reunirse en la capital salmantina para despedir a un hombre "sencillo y humilde", tal y como se ha referido al editor durante la homilía el capellán de la Virgen del Cueto, el padre Florencio, amigo y confesor del fallecido.

Sánchez Ruipérez cumplía así con "lo último que le quedaba por hacer", según ha destacado el sacerdote, quien ha explicado que el editor le comentaba que tras una vida de intenso trabajo sólo le quedaba pendiente "rendir cuentas a Dios y espero que me cuadren (decía Germán)".

El párroco de la pequeña ermita de la Virgen del Cueto, en la localidad salmantina de Matilla de los Caños y en la que reposarán sus restos mortales, ha destacado la "cercanía, sencillez y amabilidad de un hombre trabajador, muy querido y respetado por todo el mundo".

Durante la homilía, el sacerdote ha revelado anécdotas e historias que el empresario le contaba en sus paseos entre las encinas del campo charro.

"Cuando era pequeño había en la escuela un niño que comía pan blanco y se me iban los ojos, yo como era bueno en matemáticas le propuse que le hacía los deberes por un trozo de pan. Florencio ese ha sido el mejor negocio que he hecho en mi vida", le contaba Sánchez Ruipérez al sacerdote.

Y así, entre los acordes del órgano y de violines y bajo la mirada perpetua de la Purísima de José de Ribera, personalidades como el secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle, el ex ministro de Cultura y director de la Futura Casa del Lector de Madrid, César Antonio Molina, los escritores Antonio Colinas o Luis García Jambrina, han asistido al sepelio por el alma de uno de los grandes editores del siglo XX y XXI.

Acompañando a la familia también han estado presentes el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, que presentó sus condolencias a la viuda a la entrada del templo y ha destacado la magnitud humana y empresarial de Sánchez Ruipérez.

Lasalle ha resaltado la relevancia de "una persona sin la que no se puede entender el mundo editorial y del libro en España", a la vez que lamentaba que no haya podido ver cumplido su deseo de inaugurar la Casa del lector de Madrid, que abrirá sus puertas el próximo otoño.

Por su parte, el director general de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, Antonio Basanta, recordaba visiblemente afectado los lazos de "amistad" que les unían.

Siete coches fúnebres han compuesto el cortejo mortuorio que iba acompañado por representantes de gala de la policía local de Salamanca, al haber recibido, entre sus muchas concesiones, la Medalla de Oro de la Ciudad.

Sobre la cantidad de reconocimientos que recibió en su vida, el sacerdote de El Cueto ha recordado como le comentaba en muchas ocasiones que "entre él y el Viti, iban a acabar con todas las medallas".

El editor salmantino recibirá sepultura esta tarde en un acto íntimo para la familia en la ermita de la Virgen del Cueto, en el campo charro.

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