La reunión más grande de la historia sobre el clima, con 15.000 participantes de 192 países, comenzó este lunes en Copenhague. El primer ministro danés, Lars Løkke Rasmussen, fue el encargado de inaugurar la ceremonia de apertura. En su discurso pidió a todos los participantes que se esfuercen por conseguir un acuerdo 'aceptado por todos, justo, equitativo, efectivo y operacional'. Las expectativas no se cumplirán.

Rasmussen reveló que 110 jefes de Estado y de Gobierno ya han confirmado su presencia en la parte final de la conferencia, lo que refleja 'un momento político en el cambio climático sin precedentes, una oportunidad enorme que el mundo no puede desperdiciar'.

Los líderes mundiales 'no vienen a hablar, sino a actuar', recordó el primer ministro danés al abrir la cumbre, que se celebrará en el centro de congresos Bella Center de la capital danesa hasta el 18 de diciembre.

Aún así, el acuerdo final estará lejos de responder a todos los problemas planteados por el cambio climático. Rasmussen resaltó que se debe transformar la voluntad política existente en la comunidad internacional en un acuerdo 'fuerte y ambicioso' y que las diferencias existentes se pueden solucionar, de ahí su llamada a los delegados a que sean constructivos, abiertos y realistas.

'Podemos cambiar y tenemos que cambiar. El mundo ha depositado en nosotros su esperanza en un futuro mejor como pocas veces antes', afirmó el líder danés.

La sociedad civil también jugará un papel importante en la consecución de un acuerdo, de ahí que sea necesario involucrarla en todo el proceso, según Rasmussen. 'Un acuerdo está al alcance de todos, podemos hacer realidad lo que tenemos que conseguir', señaló.

Rasmussen tiene previsto recibir hoy en el Bella Center de Copenhague los mensajes de representantes juveniles, investigadores, legisladores, empresarios y ONG, cuyas recomendaciones hará llegar a los delegados reunidos en la COP15, informó la Oficina del primer ministro danés.