Este artículo se publicó hace 17 años.
Musharraf promete una "transición democrática" y anuncia elecciones para antes del 9 de enero
El presidente de Pakistán, el general Pervez Musharraf, se comprometió hoy a liderar una "transición democrática" y anunció elecciones legislativas para antes del próximo 9 de enero, aunque se negó a poner fecha al levantamiento del estado de excepción que rige en el país.
"Reto a cualquiera a que demuestre que en algún momento he ido en contra de la Constitución", exhortó Musharraf en una multitudinaria rueda de prensa en Islamabad.
El anuncio se produce un día después de que el presidente de EEUU, George W. Bush, dijera que el general ha dado "pasos positivos" hacia la democracia, a pesar de la suspensión de las garantías constitucionales que reina en el país.
El general explicó que las asambleas nacionales se disolverán el próximo jueves, tal y como estaba previsto en un principio, y que cinco días después lo harán las cámaras regionales, aunque "durante la primera semana de enero" se celebrarán comicios tanto a nivel federal como provincial.
Tras la disolución de las cámaras, será nombrado un Gobierno provisional que tomará las riendas hasta la fecha exacta de las elecciones, que fijará la Comisión Electoral, según Musharraf.
El presidente de Pakistán, que justificó la declaración del estado de excepción para salvar "la transición democrática", aseguró que ésta había sido "la decisión más difícil" de su vida.
"No puedo dar una fecha" para levantar el estado de excepción, manifestó Musharraf, quien añadió que la suspensión de las garantías constitucionales es un "requisito" para "poder mantener elecciones libres y transparentes".
Ayer, el fiscal general del Estado, Malik Qayyum, había dicho que el Gobierno levantará la medida en el plazo de un mes, aunque si la "seguridad" en el país empeora, el estado de excepción podría prolongarse dos meses, como mucho.
Con su anuncio, Musharraf deja la puerta abierta a que se celebren comicios sin restaurar la Constitución.
El jefe del Gobierno paquistaní mostró también su deseo de "jurar como presidente civil" antes del 9 de enero, algo que tan sólo podrá hacer cuando el Tribunal Supremo (TS) decida sobre la legalidad de la reelección presidencial que consiguió en septiembre.
Para ello, Musharraf confía en que la Corte, cuya cúpula fue descabezada tras la declaración del estado de excepción, falle "lo antes posible" a su favor.
El general lanzó sus dardos contra el ex presidente del TS, Iftikhar Chaudhry, que continúa bajo arresto domiciliario desde que entró en vigor la medida y que constituía el mayor obstáculo para Musharraf en su carrera para mantenerse en el poder.
"Tuvimos que hacer una 'corrección' sobre el Supremo", confesó el jefe del Ejército, quien culpó a "una parte de la judicatura" de ser "la fuente de todos los problemas" en Pakistán.
Musharraf, que no piensa colgar el uniforme hasta que tenga asegurado su asiento presidencial, aseveró que el estado de excepción ayudará al Ejército en su "lucha contra el terror".
Preguntado sobre si la ex primera ministra Benazir Bhutto, con quien estuvo negociando un reparto de poder durante meses, pasará ahora a ser su aliada, el general respondió que "como presidente" su deber es "mantenerse neutral" ante el resto de fuerzas políticas.
La ex primera ministra ha viajado hoy a la ciudad oriental de Lahore entre extraordinarias medidas de seguridad.
Bhutto llegó a Lahore desde Islamabad para encabezar el próximo martes una "gran marcha" contra el general.
Musharraf justificó también la expulsión de tres periodistas británicos, anunciada ayer por el régimen, argumentando que "no saben cómo escribir o hablar" y por las "palabras" que usaban en sus artículos.
Hoy, las protestas de abogados y periodistas enarbolando banderas negras se han sucedido, un día más, a lo largo de toda la geografía paquistaní, en especial en Islamabad.
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