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La música electrónica y la tecnología 3D transforman el Grand Palais de París

EFE

La música electrónica, con algunos de los DJ más destacados y la transmisión en directo en 3D, transformaron durante doce horas el Grand Palais de París, donde hoy concluyó una experiencia musical y de luz que atrajo a miles de personas.

La noche electrónica se adueñó del edificio, una espacio cubierto de cristal de 240 metros de largo bajo una cúpula de 45 metros de altura junto a la Avenida de los Campos Elíseos, donde el DJ francés Laurent Garnier ofició los momentos estelares durante la madrugada.

Por segunda vez, el evento ocupó un escenario -a cuya espalda decenas de cuadros del pintor impresionista Claude Monet protagonizan la exposición de la temporada en París- convertido en una explosión de luz y música que acabó al alba.

Buena parte de los 72.000 metros cuadrados del edificio, un ejemplo de la arquitectura ecléctica de comienzos del siglo XX, quedó ocupada por un público -hasta cinco mil personas de aforo, según los organizadores- que vibró durante la noche y no dejó de fotografiar con sus teléfonos móviles el resultado de la fusión de música y luz.

Ebony Bones, Yuksek, Siskid, Supermayer y Simian Mobile Disco fueron algunos de los protagonistas de un evento que comenzó el sábado por la tarde con estampas casi bucólicas, con decenas de espectadores tumbados sobre un césped natural de varios cientos de metros cuadrados.

Electronic Shadow (ES) fue el dúo de artistas encargado de cambiar el espacio del Grand Palais con cascadas de luz proyectada en una pantalla gigante de diez metros de altura, mientras un paracaídas inflado en el ala sur del espacio precedía a un "eclipse" solar imitado tras el escenario principal.

ES, que ya ha transformado con luz otros espacios como la catedral gótica de Amiens y que desde diciembre próximo mostrará sus creaciones en el museo Granet de Aix-en-Provence (sur de Francia), está compuesto por la arquitecta Naziha Mestaoui y el realizador multimedia Yacine Aït Kaci.

Éste explicó a la prensa al comienzo del espectáculo los detalles de la "evolución cromática" diseñada para esta ocación, "desde el azul intenso al blanco", color con el que el Grand Palais dio la bienvenida al domingo mientras los cientos de personas que no pudieron acceder al recinto observaban desde el exterior la transformación del lugar.

Una enorme bola de cristales iluminada con cañones de luz vistió las fachadas del Grand Palais y del Petit Palais vecino y arrojaba destellos que alcanzaban los cercanos Campos Elíseos y el próximo puente Alejandro III sobre el río Sena.

Durante toda la noche a la experiencia musical, que por segunda vez ocupa un espacio que esta misma semana alojó el desfile de Karl Lagerfeld para la casa Chanel, estuvo acompañada de la transmisión en directo y en tres dimensiones a través de internet y de un operador de televisión y telefonía.

Este evento forma parte de "Numeric Experienc Festival" (NEF), organizado alrededor de la cultura digital, con el propósito de repetirse cada año y que tiene como referencias el festival Sónar de Barcelona y el Ars Electronica de Linz (Austria).

Decenas de pantallas 3D distribuidas por el inmenso espacio ofrecieron el espectáculo en relieve que los espectadores pudieron contemplar con gafas especiales mientras decenas de grandes globos de luz descendían sobre sus cabezas.

Agua, aire y fuego fueron los elementos elegidos para esta noche electrónica en la sesión especial celebrada en el centro de París, durante una noche inusualmente cálida que dejó probablemente la última sensación estival de 2010 en la capital francesa.

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