La revolución en el sector de cajas que se vivió en la segunda mitad del año pasado dio lugar este sábado a un terremoto en el sector financiero español, puesto que el mismo día comenzaron a operar cuatro nuevos bancos, resultantes de la fusión de 17 cajas de ahorros.

El mayor de ellos, y el tercero más grande de España, es el constituido por Caja Madrid, Bancaja, Caja de Canarias, Ávila, Laietana, Segovia y Rioja. Todavía no tienen nombre común (el del registro es Banco Financiero y de Ahorros, pero no será su marca) aunque ya comenzaron a operar como un único banco.

Los clientes no lo notarán apenas, ya que durante el mes de enero la única diferencia (a efectos prácticos) será que podrán sacar dinero con sus tarjetas en cualquiera de los cajeros de las siete entidades sin coste alguno. El resto de operaciones tendrán que seguir haciéndolo en sus sucursales habituales. Según avance el año, se unificarán las ofertas comerciales, la plataforma informática y las marcas.

Sus planes consisten en que cada entidad mantenga su nombre en su comunidad de origen y que las oficinas situadas en las restantes autonomías pasen a denominarse bajo la marca común, que se anunciará en los próximos días. La fusión permitirá ahorrar 500 millones al año a partir de 2013. El grupo prevé ganar 2.000 millones ese ejercicio.

También empezó a funcionar como banco la fusión de Cajastur, la CAM, Caja Cantabria y Extremadura. Todavía no han anunciado su nombre conjunto. Quienes sí lo han hecho y también se estrenaron ayer han sido Mare Nostrum (resultante de la fusión de Caja Murcia, Granada, Penedés y Sa Nostra) y Caja 3 (nacido de la unión de Caja Círculo, la CAI y Caja Badajoz).

También se hizo efectiva la compra de Cajastur por parte de la BBK.