La victoria obtenida ante el francés Gael Monfils ha reforzado el empeño y la convicción del español Rafael Nadal, ya en el meollo de los cuartos de final, con el número dos en el bolsillo y la mente puesta en el chileno Fernando González, último obstáculo a semifinales, el límite al que llegó el pasado año, su tope hasta ahora en el Abierto de Estados Unidos.

El triunfo contra el galo fue laborioso. Trabajado. Pero, aún limitado, dejó entrever aspectos cercanos a la mejor versión del balear. Así lo delató el talante de Nadal, menos tensionado, más relajado al término del choque.

Los dolores no han desaparecido de las abdominales del tercer favorito, que se ejercitó más tarde de lo habitual en las pistas de entrenamiento del Centro Nacional de Tenis Billie Jean King. Con cierta frecuencia el tenista español se palpó la zona dañada. Pero entrenó con normalidad, con otro de los jóvenes americanos que transitan por el club de Flushing Meadows.

Apenas ensayó el servicio en una sesión que duró algo menos del tiempo que suele emplear en sus ensayos. Estuvo más relajado, más suelto Nadal, bajo la mirada siempre de su tío Toni y del fisioterapeuta Rafa Maimó.

El pase a cuartos ha sido una especie de alivio para Rafael Nadal, que afrontó el duelo con Monfils con precauciones y dudas. Da otro aspecto ahora el español, que perfila su puesta a punto para medirse con el chileno Fernando González, con el que ha coincidido con cierta frecuencia.

"Fernando González es siempre difícil y lleva muchos años estando ahí, con una carrera espectacular y lo va demostrando. Ante Tsonga ha hecho un partido espectacular. Ganar a Tsonga no es fácil. Yo intentaré jugar agresivo, que no esté cómodo con la derecha. Será muy complicado y si no juego muy bien será casi imposible", apuntó.

González mantiene su empeño por arrimarse a los grandes. De disfrutar de una explosión competitiva que tuvo próxima hace dos años, en el Abierto de Australia, una de las tres ocasiones en las que ha superado, en la cancha, a su próximo rival en Flushing Meadows.

Ha recuperado el amparo del saque el tenista de Santiago, que ha derribado, paso a paso, a raquetas como el francés Jo Wilfried Tsonga, el checo Tomas Berdych, el también galo Jossua Ouama y su compatriota Nicolás Massu.

Sin embargo, ha perdido seis de los nueve encuentros que ha disputado. Entre ellas, las cinco últimas. Tanto en pista dura, como en la final de los Juegos Olímpicos de Pekín, como en tierra, como en Roma.

"Tengo un balance negativo con él. Hemos jugado muchas veces y cuanto menos piense en el rival, mejor. Lo que me preocupa es estar yo bien. Rafa es experimentado que sabe ganar partidos importantes. Esto es muy competitivo y tengo ocasiones de ganarle. Aunque el es el favorito, no lo voy a negar", reconoció Fernando González.