Este artículo se publicó hace 13 años.
Nadal padece inflamación en torno a los tendones peroneos, pero puede jugar
El español Rafael Nadal, número uno del mundo, terminó hoy su entrenamiento sin molestias, pues el único daño que padece desde el partido contra Juan Martín Del Potro en la pista Central de Wimbledon es "una ligera inflamación alrededor de los tendones peroneos", algo que no le impide en absoluto jugar mañana los cuartos de final ante Mardy Fish.
Ésa es la explicación que el médico de la Federación Española de Tenis trasladado al torneo, Ignacio Muñoz, dio al punzante dolor sentido el lunes por Nadal en la parte trasera del pie izquierdo al final del primer set ante Del Potro y que el mallorquín incluso pensó que le obligaría a retirarse.
Nadal llegó a las pistas de entrenamiento del All England Club, en Londres, a las 17.40 hora local (16.40 GMT), con más de una hora de retraso por la lluvia que cayó a principio de la tarde y los dos cambios de ubicación para la sesión del gran favorito del torneo.
Calentó y peloteó con el jugador junior de Gales Evan Hoyt durante un total de cincuenta minutos largos, interrumpidos por dos breves descansos de Nadal, quien tuvo que trabajar hoy ante una enorme expectación de medios de comunicación, además de los habituales montos de aficionados, por el interés que suscitaba su forma física para el partido de mañana.
"Ayer durante el partido, Rafael notó una molestia y en un principio lo atribuyó al vendaje compresivo que llevaba. Se lo quitó y, posiblemente, en algún momento hizo un gesto que le provocó un dolor agudo", comentó Núñez, médico de la Federación.
El especialista aseguró, una vez concluida satisfactoriamente la sesión de entrenamiento del número uno, que Nadal ayer jugó el resto del partido ante Del Potro, que duró cuatro sets, "muy condicionado con ese miedo que había tenido en el pasado".
Y es que, Nadal "ya había tenido antecedentes en ese pie, que le habían dado problemas", dijo Núñez en relación a la artritis que sufrió en el pie izquierdo el 23 de octubre de 2005, cuando disputaba la final del Masters de Madrid ante el croata Ivan Ljubicic. Además, una lesión anterior en ese mismo pie, una fisura de escafoides, lo mantuvo de baja cuatro meses en la primavera de 2004.
No obstante, anoche, tras el partido, Nadal asistió a un hospital de Londres para someterse a una resonancia magnética, que descartó daños graves. Dado que el tenista se acostó ayer pasada la una de la madrugada en Inglaterra, después de someterse a esa prueba médica y cenar en casa con el equipo, éste durmió esta mañana hasta más de las poco antes del mediodía.
"Nos asustó que (el dolor) pudiera ser debido a alguna lesión o a algún hueso o una fractura oculta. Pero, esta misma mañana le hemos hecho una ecografía y realmente pensamos que no hay ninguna lesión grave, así que esperamos que mañana pueda jugar en plenas condiciones", indicó el médico, que coincide en que fue "un dolor un poco atípico" el que sintió el manacorense.
De ahí que el médico y el fisioterapeuta, a la hora de asistirle durante el partido, mientras Del Potro protestaba al árbitro por el largo rato en que Nadal paralizó el juego, estuvieran "un poco confusos".
Sí es cierto que Rafa Nadal, en algunas ocasiones, ha sentido en la pista "algunas molestias y eran debido al vendaje". Ante tal situación, "simplemente se quita el vendaje y ya está", dijo su médico. Es eso mismo lo que ayer hizo el zurdo de Manacor.
Sin embargo, esa vez, al soltar el vendaje, algún gesto o movimiento pudo provocarle el pellizcamiento de los tendones peroneos de los que el médico habla. "Es la teoría que manejamos", apuntó Muñoz, que insiste en que éste es sólo el diagnóstico más probable para este caso.
Ignacio Muñoz explicó a los periodistas españoles reunidos en las pistas de entrenamiento de Wimbledon que el tratamiento por el que han apostado es la fisioterapia y el cambio en la forma de vendarse los tobillos antes de un partido, respecto a cómo se lo venda Nadal habitualmente.
"El problema que tiene ahora es que determinados movimientos le producen como si fuera un pellizcamiento y el vendaje lo que intenta es restringir ese movimiento. El vendaje limita un poquito ese movimiento para que no le pellizque y note el dolor", aclaró.
Nadal, que llegó y salió de las pistas sonriente, espera poder jugar mañana sin ningún problema los cuartos de final de Wimbledon ante el estadounidense Mardy Fish en el segundo turno de la pista Uno, no provista de techo, según confirmó hoy a través de su cuenta de Facebook.
"Ha mejorado mucho respecto a cómo se encontraba ayer. Hoy, aparte del entrenamiento, era un día precisamente para probar que el vendaje funcional que hemos aplicado le sujete bien", señaló el médico de la Federación.
De acuerdo con éste, que estuvo atento a los movimientos de Nadal durante el entrenamiento de hoy, el jugador "ha notado mucha mejoría".
"Confiamos en que, con el tiempo que nos queda, con el trabajo del fisioterapia y con el vendaje que vamos a utilizar, sea bastante para que pueda hacer un partido normal", concluyó.
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