La napoleónica emisión de deuda pública de Sarkozy

Un proverbio francés dice que no hay que "deshabiller Paul pour habiller Pierre" (desvestir a Pablo para vestir a Pedro), es decir, que de nada sirve vaciar por un lado para rellenar por otro. Y, sin embargo, eso es lo que se dispone a hacer Nicolas Sarkozy. Tras mantener un intenso programa de recortes de gasto y de empleo público que debía reducir déficit (no lo logró), ahora se dispone a lanzar un empréstito masivo de Estado. Es decir, deudasuplementaria.

El anuncio de corte napoleónico fue efectuado por el propio jefe de Estado en su discurso del 22 de junio. Ese día, en medio de una pompa y boato inéditos desde 1848 y rodeado de los adornos del Palacio de Versalles, anunció a la Nación que había ordenado formar un nuevo Gobierno cuya misión será "definir prioridades nacionales" y financiarlas mediante un nuevo "empréstito".

Sarkozy pretende financiar las "prioridades nacionales" con un nuevo empréstito

La palabra cayó como un pedrazo en el estanque político y provocó múltiples ondas. Aunque Sarkozy se abstuvo de anunciar el monto y destino de esos títulos de deuda nueva emitidos por el Estado, lo que todos se temían se cumplió: mucho dinero, y sacado del bolsillo de los franceses, si estos confían en los futuros Bonos Sarkozy.

Las explicaciones del primer ministro, François Fillon, y de otros miembros del "nuevo Gobierno" (con sólo ocho caras nuevas entre las casi 35 carteras) dejaron claro el objetivo. El Gobierno, so pretexto de definir "nuevas prioridades" y tener que financiarlas, se apresta a aumentar el endeudamiento global del Estado. Lo hará, no buscando esos capitales en los mercados, sino solicitando el ahorro de los franceses.

La emisión de títulos de deuda pública suscritos obligatoria o voluntariamente por los particulares es relativamente frecuente en Francia. En 1981, el primer Gobierno de Mitterrand (el que iba a "cambiar la vida") ya lo hizo, al igual que, en 1993, el primer ministro derechista Edouard Balladur, en una operación pilotada por cierto por un oscuro viceministro del Presupuesto llamado Nicolas Sarkozy.

El empréstito podría alcanzar entre 80.000 y 100.000 millones

La diferencia con este empréstito es el volumen solicitado. Las dimensiones del de Sarkozy son faraónicas. Según las primeras estimaciones del equipo de François Fillon en reuniones con economistas, podría ir a buscar entre 80.000 y 100.000 millones de euros.

La deuda nueva (que se superpone a la corriente anual) va a aumentar el endeudamiento global del Estado en 20 puntos porcentuales suplementarios del PIB en un sólo año.

Cosa que equivale a decir que Sarkozy está pidiendo a los franceses que le den el crédito de ellos y el de sus hijos, para las "prioridades nacionales" que él quiere definir. Y eso, cuando en el momento de la emisión, en 2010, sólo faltarán dos años para las elecciones presidenciales a las quepiensa concurrir.

El endeudamiento del Estado francés ya alcanza el 74% del PIB

La idea no figuraba en el programa que llevó a Sarkozy al poder en 2007. Tampoco en el de su mayoría parlamentaria. Al contrario: ambos fueron elegidos con una promesa firme de reducción radical de déficits. Quizá por eso, últimamente,Fillon ha hecho circular la idea de que, eventualmente, llegado el caso, los títulos de deuda serán vendidos en el mercado. Pura deuda. Gran clásico de Francia desde siempre.

Montaje financiero

Fillon ha dicho que si un 17% de los franceses colocan todo o parte de sus ahorros en el Empréstito Sarkozy, este será un "éxito". El senador sarkozysta Gérard Longuet fue más lejos y habló de "un regreso del Comisariado General del Plan", que permitirá "apostar por un futuro sometido a una especie de referéndum: el de quienes acepten depositar su dinero".

Inmediatamente, la izquierda se dividió. El Partido Socialista denunció un exceso de endeudamiento público. La Izquierda Real denunció el montaje financiero que camufla el empréstito: permite ocultar las reducciones de impuestos concedidas a las rentas altas por Sarkozy (que son mantenidas pese a la crisis y la explosión de déficits) y oculta la liquidación, por la derecha, de las cartillas de ahorropopular.

En el seno de la derecha, y pese a la orden tajante de prietas las filas decretado por Sarkozy, se alzan voces discordantes. El diputado derechista Gilles Carrez, responsable de la comisión de Finanzas de la cámara baja, declaró que 2009 está siendo el año del "mayor crecimiento del endeudamiento en tiempos de paz" de la historia de Francia. Un ataque indirecto a la perspectiva de deuda pública suplementaria en 2010.

Los miles de millones del empréstito Sarkozy se superpondrán a la deuda contraída anualmente por el Estado francés en los mercados. El primer trimestre de 2009, el endeudamiento global público francés alcanzó los 1,43 billones de euros, un 74% del PIB. En 2008, era de 1,32 billones, un 68% del PIB.