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Negros, rojos y baratos

Los libros de novela negra y los ensayos políticos de izquierda triunfan

PAULA CORROTO

Sí, Mankell me gusta mucho'. 'Bueno, pues entonces llévese al noruego K. O. Dahl, que los suecos ya están muy vistos', la recomendación es de Paco Camarasa, mítico librero del templo de la novela de género Negra y Criminal, con caseta en Gijón.

Camarasa lleva ya siete años asistiendo a esta feria literaria. Sabe un poco de todo, pero más de libros y de clientes. Por eso, a primera vista tiene colocados los libros de Stieg Larsson, Michael Connelly y Fred Vargas, los que más se buscan este año dentro del género negro. Sin embargo, también tiene otras joyas en primer plano.

'Esta ciudad es muy lectora. Aquí la gente busca lo que no encuentra en la librería. Libros que sólo se editan en Latinoamérica y otros menos vistos como el de Matías Néspolo, Siete maneras de matar a un gato', cuenta a Público.

La Semana Negra es una feria de lectores más que de compradores. Situada este año en la playa del Ayerbal, en el barrio de La Calzada, la dirección estima que, a pesar de estar un poco más retirada que otros años, se llegará al millón de visitantes. Una riada a la que le encanta adentrarse en esa jugosa mezcla de churros con chocolate, vendedores top manta, cañas de cerveza, norias y casetas de libros cuya localización se decide por sorteo.

Este año a Estudio en Escarlata le ha tocado uno de los mejores sitios: justo delante de la carpa del encuentro, donde tienen lugar las conferencias de los escritores. 'Vemos salir a los asistentes, que preguntan por el libro del que han oído hablar', señala la librera, Concha. Alejandro M. Gallo y su Operación exterminio junto a Juan Ramón Biedma y El manuscrito de Dios son dos de los agraciados de este año. Aunque ella tiene sus propias recomendaciones: Domingo Villar y Carlos Salem.

No sólo de novela negra vive la Semana. Los lectores se interesan por los libros policiacos, pero también por los ensayos políticos e ideológicos de izquierdas. Librerías como la Fundación Friedrich Engels o el Ateneo Obrero hacen su agosto en este mes de julio. Desde esta última comentan que se pide mucho la novela de Carlos Fonseca Trece rosas rojas, o también Requiem por un campesino español, de Ramón J. Sender.

Entre las librerías se apunta que desde hace un tiempo hay mucho interés por la República entre las mujeres. Precisamente, en ese instante, Elena García, de 17 años, pide la Constitución de la República Española de 1931. 'Es que me interesa saber sobre la época y compararla con la actual para ver cuál era más avanzada', explica, dejando caer que tiene más confianza en aquel sistema que en el actual.

Pero, el gran interés de los lectores en la actual edición de la Semana Negra está en los libros de saldo y en las antiguas ediciones. Aquí es posible comprar la poesía completa de Walt Whitman en una edición de 1977 por tan sólo un euro.

Hay muchas librerías que venden restos de ediciones. 'Esta es una feria donde se mira mucho el precio, no como en Madrid. Por eso aquí te preguntan por la última de Falcones, pero luego no la compran', admite Concha, de Estudio en Escarlata. Parece que en esta feria no triunfan las grandes novedades.

F. G., vestimenta indie, pelo revuelto, anda ojeando cubiertas hasta que se detiene en la poesía en asturiano de Nel Amaro. 'Es un libro de hace 30 años, pero es que debería valer su peso en oro', afirma.

A su lado se encuentra Andrea, profesora infantil, que busca libros de pedagogía antiguos. 'Me gustan estos libros para ver cómo han evolucionado los métodos educativos', aclara. El libro que ha rescatado es la Enciclopedia Cíclico-Pedagógica de Grado Superior, editada por Dalmau Carles-Pla en 1949. Un testimonio anacrónico de cuando a España le decían todavía una, grande y libre.

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