Este artículo se publicó hace 15 años.
Netanyahu logra un apoyo clave para gobernar en Israel
Las posibilidades del líder de la oposición israelí, Benjamin Netanyahu, de convertirse en primer ministro, parecieron mejorar significativamente el jueves cuando consiguió el respaldo de un destacado político que lidera un partido de extrema derecha.
Avigdor Lieberman, que encabeza el partido Yisrael Beiteinu, recomendó al presidente, Shimon Peres, que encargue a Netanyahu que intente nombrar un gobierno, bajo condición de que el líder del derechista partido Likud busque una gran coalición.
Tanto Netanyahu como la actual ministra de Exteriores, Tzipi Livni, que encabeza el partido de centro Kadima, reclamaron el cargo de primer ministro después de las elecciones del 10 de febrero, en las que Kadima obtuvo 28 de los 120 escaños que tiene el Parlamento y el Likud, 27 .
"Recomendamos a Benjamin Netanyahu, sólo en el marco de un gobierno amplio", dijo Lieberman al principio de su reunión con Peres.
"Queremos un Gobierno de los tres mayores partidos, Likud, Kadima y Yisrael Beiteinu", dijo, invitando a unirse a otras facciones.
Yisrael Beiteinu fue la tercera formación más votada en los comicios. Con 15 escaños en esta legislatura, su apoyo es crucial para la formación de una mayoría que pueda gobernar.
El partido ha despertado la polémica al proponer cambiar la tierra en la que viven muchos ciudadanos árabes en Israel por asentamientos judíos en Cisjordania en un futuro acuerdo de paz con los palestinos.
Peres terminará el jueves sus consultas con los líderes de partidos para poder tomar una decisión rápida sobre a quién encargarle que forme una coalición de Gobierno.
"El presidente quiere acelerar el proceso y terminarlo hoy", señaló una portavoz, que no dijo cuándo se anunciaría la decisión final.
Peres se reunió el miércoles con miembros de Kadima, y el jueves tenía previsto encontrarse con representantes de los otros 10 partidos que han logrado algún escaño.
La ley israelí establece que Peres debe nombrar un parlamentario al que ordenar que forme un gobierno, y ese legislador tiene 42 días para completar la tarea.
Aunque los presidentes suelen escoger al líder del partido más votado en las elecciones, no tienen obligación legal de hacerlo.
Y pese a que Kadima consiguió más escaños, Netanyahu parece disfrutar de apoyo suficiente de un gran bloque de derechas para formar una coalición que gobierne.
En lo que pareció un golpe a Livni, el ministro de Defensa, Ehud Barak, cuyo partido Laborista quedó cuarto, dijo el jueves que no recomendaría ningún candidato para que forme la nueva administración.
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