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Nick Cave derrama testosterona literaria

El músico presenta su novela La muerte de 'Bunny Munro'

ABEL GONZÁLEZ

Nick Cave es el último icono rock de la vieja estirpe y la primera estrella postpunk. A sus 51 años ha definido una cosmología que, poco a poco, ha ido lastrando su malditismo sin tener que renunciar a relatos de sexo, pecado y muerte. Aprovechando que su particular gira europea de conciertos íntimos recalaba ayer en un teatro de Barcelona, presentó su flamante segunda novela La muerte de Bunny Munro, recién editada en castellano por Global Rhythm y en catalán por Empúries, con la condición explícita de no hablar acerca de su música.

Aunque uno pueda imaginar que los calzoncillos de leopardo del desgraciado de Bunny, el protagonista condenado, peguen perfectamente con el traje a rallas, los anillos de oro, la pechera descubierta y el peinado relamido del autor australiano, Cave se apresura a dejar claro que no es su álter ego. 'Es una obra de ficción. Bunny Munro no es Nick Cave. Pero hay elementos de su carácter y de su comportamiento que tienen que ver conmigo. En realidad intento que todos los lectores varones del libro encuentren parte de sí mismos en Bunny'. Bosteza y añade: 'Reconozco que mi libro es muy masculino. Creí que esto podría alienar a algunas mujeres. Pero el punto de vista del niño está muy presente. Cuando Hillcoat me pidió un guión sobre un vendedor ambulante, me di cuenta de que lo que quería escribir era la historia del hijo de un vendedor. El niño es el elemento clave'.

Mientras aquel guión se convertía finalmente en novela, Cave tomaba nota en casa para dimensionar al personaje más rico del libro: 'Me inspiré en mis hijos gemelos, que tienen ahora nueve años, la edad de Bunny junior. Se mueve igual y tiene un conocimiento esotérico de las cosas similar', explica.

La inconveniente lubricidad mental del protagonista ha creado en sus lectoras menos controversia de la que Cave imaginó de antemano. 'He tenido todo tipo de reacciones de mujeres. La mayoría positivas. Quizás porque han reconocido algo de la psique masculina que ya esperaban. Otras lo han tildado de basura misógina. Y, lo más extraño, algunas han encontrado el libro sexy'. ¿Se han pronunciado Avril Lavigne, Kylie Minogue o Celine Dion, objetos de las erecciones del protagonista? 'Espero que Avril me llame y Celine, no', avisa.

Cave llega, extremando la sordidez de algunos episodios, a dibujar un personaje que acaba siendo descacharrante. 'Lo interesante era crear a alguien por el que pudiéramos sentir algo, aunque fuera un monstruo. Bunny resulta cómico, pero es un mal tipo, aunque yo no condono su comportamiento'. Una comicidad que es más difícil de reconocer acudiendo a su veintena de álbumes. 'Yo creo que muchas de mis canciones son graciosas', replica. 'Es curioso que la gente considere que todo lo que hago es oscuro. Puede serlo algunas veces, seguro. Pero soy de los pocos letristas que se sientan a escribir adrede canciones cómicas. Otros escriben canciones que dan risa, pero no intencionadamente'.

También tiene su mensaje con respecto al aspecto redentor de la novela: 'La de Bunny es una historia de antiredención. Bunny no asume responsabilidades, no pide perdón y, de repente, muere. Yo no creo en la expiación. ¿Para qué queremos que nos salven?', se pregunta con irónica retórica el artista.

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