Nicolas Sarkozy se despide de la presidencia de la UE con nota

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se despide hoy de la presidencia de turno de la Unión Europea (UE) con un balance que supera el aprobado pese a la actual coyuntura económica, y con gran parte de sus objetivos cumplidos.

Cuando Francia se dispone a pasar el testigo a la República Checa, políticos, medios de comunicación y analistas coinciden: París ha logrado relanzar Europa y gran parte del éxito es obra del propio Sarkozy.

Es la conclusión que hoy recoge el diario vespertino "Le Monde" en un análisis titulado "La presidencia francesa de la UE vista por nuestros vecinos", en el que se menciona la hiperactividad de Sarkozy en los últimos meses, su "apetito de poder" o su particular estilo a la hora de gestionar las crisis.

Nadie cuestiona sus resultados aunque algunos expertos apuntan que el presidente francés ha jugado con ventaja durante su mandato europeo, ante la falta de un claro liderazgo político en Estados Unidos.

El dinamismo de Sarkozy, que para algunos no es más que afán de protagonismo, y su fuerte compromiso han hecho posible que los Veintisiete progresaran en cuestiones muy complicadas y sensibles, como el paquete "energía-clima", la política de inmigración y asilo, o el embrollo causado por el "no" de Irlanda al Tratado de Lisboa que debe reformar las instituciones comunitarias.

Además, ha conseguido poner de acuerdo a todos los estados miembros de la Unión para hacer frente a la crisis financiera internacional con un plan común, dotado con unos 200.000 millones de euros para reactivar las distintas economías.

Este mismo martes, en vísperas de dar el relevo a Praga, la presidencia francesa convocó, con carácter de urgencia, a los ministros de Exteriores comunitarios para abordar la actual ofensiva de Israel en la Franja de Gaza.

Y mañana, día de Año Nuevo, en el que ya no ejercerá de presidente del Consejo Europeo, el jefe del Estado francés tiene previsto recibir en el Palacio del Elíseo a la ministra de Exteriores israelí, Tzipi Livni, para tratar de convencerle de que es necesario que su Gobierno acepte un alto el fuego y una tregua humanitaria de forma inmediata.

El momento de hacer balance de su mandato será, previsiblemente, esta noche, en el tradicional mensaje radio-televisado que Sarkozy dirigirá a todos los franceses, a las 20.00 hora local (19:00 GMT), para felicitarles el Año Nuevo.

Aunque será un mensaje centrado en cuestiones domésticas, el presidente no olvidará recordar los éxitos de este semestre y asegurará a sus compatriotas que no tiene intención de desaparecer de la escena política internacional, entre otras razones, porque es un trabajo que le gusta.

Lo dejó muy claro tras presidir la última cumbre de jefes de Estado o de Gobierno de la UE antes de dar el relevo a la República Checa, el pasado día 12, cuando aprovechó para despedirse de sus colegas.

"Me ha apasionado lo que he hecho", dijo entonces, antes de expresar su deseo de que quienes le sucedan afronten la tarea con tanta ilusión como él.

Más que un deseo, sus palabras sonaron a un velada advertencia dirigida a la República Checa, país que aún no ha ratificado el Tratado de Lisboa y que cuenta con una población mayoritariamente euroescéptica, incluido el presidente Vaclav Klaus.

Fuentes del Elíseo lo dijeron claramente: "si los checos no hacen nada, el presidente no se quedará de brazos cruzados".

Él y otros dirigentes europeos "no dejarán que se instale una espiral negativa", advirtieron las fuentes, que añadieron que Francia no permitirá que se olvide su trabajo de estos meses.

Sin embargo, el líder del Frente Nacional, el ultraderechista Jean-Marie Le Pen, está convencido de que la presidencia francesa se convertirá en pasado "en 15 días".

Le Pen se adelantó al presidente en felicitar el año a los franceses en un vídeo colgado hoy en la página de internet de su partido en el que asegura que Sarkozy encontró en la presidencia de turno de la UE una "ilusión efímera" de poder.