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Nieto, Alonso y Ozores se alían en "Sexos", una "espatarrante" comedia

EFE

Una hora y media "a pelo", sin un solo elemento escénico "al que agarrarse": ese es el reto que ha logrado reunir a "actorazos" tan solicitados como Pepón Nieto, Anabel Alonso y Adriana Ozores. La obra es "Sexos", una ácida comedia "muy moderna" y "espatarrante" sobre deseos insatisfechos y "vidas cruzadas" que se estrena el día 10 en La Latina.

Por no tener, sus cinco personajes no tienen ni bolsillos en los que meterse las manos, pero eso es sólo una dificultad añadida para ellos, porque el público "ve" perfectamente todo "lo necesario", incluidos bares, calles o casas, explican en una entrevista con Efe su director, Pep Antón Gómez, y los actores.

"Sexos", un texto de Gómez y Xavier Bertrán, se estrenó, en catalán, hace cuatro años. Pepón Nieto vio la obra y le encantó, pero en su camino se cruzaron "Los hombres de Paco" y "no había manera" de "conjugar" las circunstancias para llevarla adelante porque es que, además de ellos, en el reparto están Neus Sanz y Federico Celada, es decir, otros dos de los intérpretes de la serie de TVE.

Ahora, explica Nieto, han podido llevarla adelante porque él, Ozores -ex "Los hombres de Paco"- y Anabel Alonso se han embarcado en la producción con Pentation; "estaba libre" un teatro "tan importante" como La Latina y parece posible conciliar las funciones de "Sexos" con la serie de TVE.

"En octubre, Neus, Federico y yo empezamos a grabar la nueva temporada y aunque sabemos que va a ser una paliza, creemos que merece la pena. Yo, al menos, estoy muy feliz con la serie y muy ilusionado con la obra de teatro, que es muy gratificante y enriquecedora", asegura Nieto, que sugiere al espectador que de esta "comedia cebolla" no se quede "con la primera capa", sino que le busque "el corazón".

Su personaje, Martín, "es un tío que quiere y no puede, que necesita el beneplácito de los demás y que no se da cuenta de que lo bonito en la vida es, precisamente, querer y no poder", resume el actor.

Todas las situaciones que se encuentran los personajes, detalla el director, son muy familiares porque "son seres agobiados por la necesidad de quemar etapas en su vida, perseguidos por la idea de que lo que no han follado ya no lo van a follar nunca, con deseos sexuales muy inmediatos pero también otros a largo plazo".

Ozores, que acaba de terminar la película "Nacidas para sufrir", de Miguel Albadalejo, apostilla que se critican muchas cosas que hace la gente, como la de repetirse sin cesar cuánto se quieren, a ver si así se hace realidad, o compartir la vida, añade Gómez, rodeado de personas con las que no se tiene nada en común.

El personaje de Ozores es el de "observadora", aunque al final se involucre totalmente, mientras que el de Anabel Alonso es el discordante, "el apósito emocional", describe ella.

"Va en búsqueda del amor de una forma muy sincera pero muy equivocada. Es caótica, imprevisible, abonada a las terapias para averiguar en qué consiste tener pareja. Ella dice que no folla, que se enamora", revela Anabel Alonso. "Aunque para lograrlo pasa por encima de quien sea", acota Ozores.

Pep Antón Gómez quería hacer "algo muy cinematográfico" por eso, su obra tiene "banda sonora", de Pere Hernández, al estilo del cine mudo. "Sí -agrega Ozores-, es latina, griega. Así, como nosotros".

Llevan desde el 20 de julio ensayando y harán un preestreno el día 4, "con público de pago", y el día 10 con el que más temen, "los de la profesión, los que más saben", aunque el que más les interese sea, precisamente, el anónimo.

"Yo no haría estrenos de las obras, empezaría todo seguido y ya", dice medio en broma medio en serio Anabel Alonso, que espera, como sus compañeros, encantar al público y "estar muchos meses en cartel".

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