Este artículo se publicó hace 15 años.
El nieto de Stalin pone una demanda para exonerarle de crímenes
Josef Stalin se encontró en el banquillo cuando un tribunal ruso celebró una vista preliminar sobre una demanda por difamación presentada por el nieto del mandatario contra un artículo periodístico que afirmó que el tirano había ordenado la muerte de ciudadanos soviéticos.
Grupos de derechos humanos afirman que el caso pone de manifiesto un desagradable intento en la actual Rusia de mostrar una imagen más benévola del líder más temido de la Unión Soviética, bajo cuyo Gobierno murieron millones de personas.
El nieto de Stalin, Yevgeny Dzhugashvili, reclama una compensación de 9,5 millones de rublos (210.000 euros) del periódico Novaya Gazeta y 500.000 rublos del autor del artículo publicado en abril, que decía que el líder había firmado las órdenes de ejecución.
Leonid Zhura, un convencido estalinista que representa a Dzhugashvili ante el tribunal, dijo que el artículo, basado en documentos desclasificados por el Kremlin, daña la reputación de Stalin.
"Se han dicho medio siglo de mentiras sobre Stalin y él no puede defenderse desde la tumba, por lo que este caso es esencial para aclarar el tema", dijo Zhura.
"Queremos rehabilitar a Stalin. Él convirtió poblaciones en pueblos, presidió una era dorada en la literatura y las artes, era un verdadero líder", añadió.
Las muchas caras del mito Stalin -sangriento tirano y líder de guerra, titiritero del Kremlin y que realizó un milagro económico- centran aún acalorados debates en Rusia, 20 años después de la caída del Muro de Berlín.
La semana pasada, se descubrieron elogios hacia el dictador en las paredes de mármol de la estación central del metro de Moscú, y el año pasado Stalin fue votado como la tercera figura más popular en la historia rusa en una encuesta nacional.
MILLONES DE MUERTOS EN CAMPOS DE TRABAJO
Rusia enterró en agosto pasado al escritor disidente de la era soviética Alexander Solzhenitsyn, que fue enviado al Gulag (campo de trabajo) por hacer una broma sobre Stalin, en una ceremonia religiosa con todos las características de un funeral de estado.
Pero en la vida diaria de la Rusia actual, poco se habla de los millones de soviéticos que murieron en los campos del Gulag o de hambre bajo el régimen de Stalin.
Manuales educativos recientes han descrito a Stalin como un funcionario efectivo que actuó con sensatez al dirigir una campaña de terror para modernizar a la Unión Soviética.
"Hay un cambio en la imagen de Stalin en la sociedad", dijo Anatoly Yablokov, autor del artículo, tras la audiencia en el tribunal.
"Ahora oímos mucho más sobre lo eficiente que era, mucho más que en los 90, y mucho menos sobre la represión", comentó.
Los oponentes de Stalin están furiosos y dicen que el cambio está alimentado por los líderes del Kremlin que quieren olvidar la década pasada, cuando el ex presidente Boris Yeltsin habló abiertamente sobre algunos de los secretos más oscuros de la Unión Soviética.
"Han decidido que era demasiado peligroso ahondar en los horrores de nuestra historia. Es muy triste", dijo Nikita Petrov, un historiador del grupo de derechos humanos Memorial.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.