Este artículo se publicó hace 14 años.
Niños autistas crecen normalmente pese a tener dieta limitada
Por Amy Norton
Los niños autistas tienden aser muy delicados para comer, pero un nuevo estudio sugirió queeso no alteraría su crecimiento.
Un equipo que siguió a 79 niños británicos con desórdenes delespectro autista (DEA) y a casi 13.000 sin ese problema hasta los7 años de edad, reveló que aunque los primeros tendían a serselectivos con la comida, según sus padres, comían la mismacantidad de calorías y nutrientes que los niños sin autismo.
Tampoco hubo diferencia en el peso y la estatura de ambosgrupos, publicó Pediatrics.
"Estos resultados confirman que, en general, los padres deniños con síntomas de DEA no deben preocuparse de que sus hijostendrán un mal desarrollo", dijo la doctora Pauline Emmett,investigadora de la University of Bristol, en el Reino Unido.
Pero recomendó conversar con el médico y solicitar unaderivación a un nutricionista si necesitan más asesoramiento.
Los DEA son un conjunto de trastornos del desarrollo quereducen la capacidad de comunicarse y relacionarse.
Van desde casos graves de autismo "clásico" hasta el síndromede Asperger, un trastorno que afecta la socialización y lacomprensión de las sutilezas de la comunicación, como el lenguajecorporal o el tono de voz, en personas con inteligencia yhabilidades verbales normales.
Los niños con DEA suelen tener patrones alimentariosinusuales o sólo comen algunos alimentos, en parte por laaversión generalizada a nuevas experiencias y las conductasrepetitivas que caracterizan a esos trastornos.
El equipo de Emmett usó datos de un seguimiento de la saludde casi 14.000 niños en el Reino Unido a partir del nacimiento,entre 1991 y 1992. A 79 de los niños se les había diagnosticadoDEA, incluidos 30 con autismo clásico y 23 con Asperger.
El resto tenía autismo "atípico", que compartecaracterísticas con el "clásico", pero es más leve.
Los niños con DEA tenían una dieta menos variada que elresto, según las respuestas de sus padres a un cuestionarioalimentario cuando sus hijos tenían 6 meses, 15 meses y 2, 3 y 4años.
A los 4 años, por ejemplo, el 37 por ciento de los niños conDEA "seleccionaban demasiado" la comida en el plato, a diferenciadel 14 por ciento de los niños sin esos trastornos. Los niños conautismo clásico tenían dietas no tan variadas como los niños conotros tipos de DEA.
Aun así, la cantidad de calorías, proteína, grasa ycarbohidratos que consumían era la misma. Y, si bien los niñoscon DEA comían menos frutas y verduras que el resto, tambiénbebían menos gaseosa y comían menos dulces.
Tampoco hubo diferencia en la altura, peso, índice de masacorporal, o niveles de hierro en sangre, entre ambos grupos.
Las disparidades alimentarias fueron dos: los niños con DEAingerían menos vitamina C, quizás porque comían menos frutas yverduras, y menos vitamina D, que proviene de los lácteosfortificados y del pescado.
Aun así, esas diferencias "no eran tan importantes como paraafectar la salud de los niños", dijo Emmett, que agregó que esposible que algunos niños con DEA tengan deficiencia de vitaminaC o D.
FUENTE: Pediatrics, online 19 de julio del 2010.
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