Este artículo se publicó hace 15 años.
Los niños italianos aguardan la llegada de una bruja afectada por la crisis
Los niños italianos aguardan la llegada esta noche de la Befana, la bruja que equivale en Italia a los Reyes Magos y que, encaramada a una escoba menos cargada por el efecto de la crisis económica, dejará dulces y regalos a los más pequeños.
También en Italia los niños esperan con impaciencia descubrir qué es lo que esta bruja buena les habrá dejado en sus zapatos: caramelos para quienes hayan sido buenos y carbón para los malos, una práctica muy similar a la de los Reyes Magos que se ha visto afectada por la mala coyuntura económica.
Y es que, según un estudio de la Cámara de Comercio de Milán divulgado hoy, este año son ya más del cincuenta por ciento los italianos que aseguran que vivirán el 6 de enero, el día de la Epifanía cristiana, como una jornada más, sin abrir las puertas de sus casas a la Befana.
La normalidad que mañana pretende vivir el 50,8 por ciento de los italianos -uno de cada catorce milaneses estará, de hecho, de viaje- representa un considerable aumento con respecto al 38 por ciento que en 2008 aseguraban que no harían nada especial para la llegada de la Befana.
Los que decidan hacer algún regalo se dejarán una media de 47 euros en todo el país, cifra que sube hasta los 64 euros en el caso de Nápoles (sur), uno de los lugares más tradicionales de Italia.
El mito de la Befana, cuyo nombre proviene de una derivación de la palabra Epifanía, es originario del centro de Italia y fue ampliamente extendido al resto del país durante el régimen fascista (1925-1943) de Benito Mussolini.
Cuenta la leyenda que los Reyes Magos, en su camino hacia Belén para llevar las ofrendas al niño Jesús, se encontraron con una anciana a la que pidieron información e incluso compañía para llegar al portal. Ella se negó a acompañarles y Melchor, Gaspar y Baltasar tuvieron que proseguir su camino solos.
Pero arrepentida, la Befana hizo acopio de dulces y salió al encuentro de los Magos de Oriente. En su camino fue preguntando casa por casa por los tres Reyes y dejando a los niños de cada hogar parte de los caramelos que llevaba consigo.
A pesar de haberla adoptado como la gran amiga de los niños junto a Papá Noel, quien deja el grueso de los regalos a los más pequeños en el país, Italia no olvida a los Reyes Magos, quienes forman parte cada 6 de enero de celebraciones que tienen más que ver con la tradición católica que con el consumo navideño.
Entre las ciudades italianas que acogerán mañana los desfiles de los Magos de Oriente destaca Roma, en la que más de doscientos figurantes harán el cortejo a los tres Reyes desde la Basílica de San Juan de Letrán hasta los jardines de la Plaza Vittorio.
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