No causar daño a los clientes, evitando un endeudamiento excesivo, y buscar un efecto transformador, con el crecimiento de los usuarios y no de la cuenta de resultados de las instituciones prestatarias, son dos de los siete pasos para recuperar el alma de las microfinanzas expuestos hoy en Valladolid.

Los pasos se recogen en el informe anual elaborado por la Campaña de la Cumbre del Microcrédito, que detalla el estado de las microfinanzas en el mundo, y que se plantean para que el "río" caudaloso que suponen los microcréditos en el mundo "no se desborde, lleve demasiado cauce y perjudique" a sus usuarios, en palabras de uno de los coautores del estudio Larry Reed.

Estos siete pasos se enumeran en un momento de crisis financiera global y cuando han aparecido casos públicos en países que trabajan con los microcréditos, como Bangladesh, Nicaragua o Zimbabue, y que han abierto la discusión sobre la viabilidad de las microfinanzas, ha reflexionado en el mismo sentido, en la presentación del informe, la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez.

En este acto, antesala de la V Cumbre Mundial del Microcrédito que inaugurará el próximo lunes en Valladolid la reina Sofía, Rodríguez acompañada de la ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, ha sostenido que estos siete pasos deberían estar presentes no sólo en las microfinanzas sino "en toda operación financiera".

Los pasos los ha detallado Larry Reed, que es además el director entrante de la Campaña de la Cumbre del Microcrédito, y que se ha referido a esta herramienta como "un río que fluye", que "da vida a las comunidades a través de los bancos, pero que cuando lleva demasiado cauce se desborda y puede ser perjudicial".

No se debe perder de vista que el microcrédito, que nació como un pequeño arroyo y creció en los 80 y 90 hasta "convertirse en el gran torrente que es en la actualidad", es "una herramienta para ayudar a salir de la pobreza a los más pobres", ha reflexionado Reed.

El director entrante de la Campaña de la Cumbre del Microcrédito ha explicado que en muchos lugares el aumento del número de entidades que dan los microcréditos ha derivado en "competencia", mientras que en otros lugares hay pocos proveedores.

En las zonas como competencia se ha producido "un sobreendeudamiento" en algunos casos, y se ha podido llegar a hacer daño, en cuanto que se ha permitido a los clientes endeudarse demasiado, en palabras de Reed.

Otras instituciones concesionarias de estos microcréditos están más pendientes del crecimiento de sus resultado que de mejorar los servicios para los que lo necesitan y lograr que salgan de su situación de pobreza.

"El verdadero reto es averiguar qué hay que hacer para sacar de la pobreza a estas personas", y en esa línea se fijan esos siete pasos: no causar daño, conocer al cliente, alentar los ahorros, promover la educación financiera, hacer un seguimiento y recompensar el desempeño social, tener en cuenta el potencial transformador y reconocer la excelencia.

En este sentido, el actual director de la Campaña de la Cumbre del Microcrédito, San Daley-Harris, ha recordado hoy que hay algunos casos de instituciones de microfinanzas que siguen muy bien estos siete pasos, experiencia que se va a presentar en la Cumbre que acoge Valladolid entre el 14 y 17 de noviembre.

Daley-Harris ha explicado, en cuanto a cómo ha afectado la crisis a las microfinanzas, que se ha notado en una mayor dificultad para las instituciones que funcionan con capital extranjero, ya que se ha encarecido el combustible y los precios de la comida, mientras que las entidades que trabajan con depósitos locales "apenas se han visto afectadas".

Una de las sesiones de la cumbre, que contará con la presencia de la reina en tres de sus jornadas, entre el lunes y el miércoles, según ha confirmado hoy el alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, se dedicará precisamente a "qué hacer ante próximas crisis", en palabras del director de la Campaña mundial.