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El Nobel premia al taller celular de las proteínas

Dos estadounidenses y una israelí desvelaron la estructura del ribosoma

 

NUÑO DOMÍNGUEZ

El Premio Nobel de Química ha recaído en tres investigadores que aportaron la estructura más detallada del ribosoma, la factoría celular encargada de traducir la información de los genes y producir proteínas que sustentan la vida de todos los organismos.

El premio se repartirá a partes iguales entre la israelí Ada Yonath y los estadounidenses Thomas Steitz y Venkatraman Ramakrishnan. Los tres publicaron de forma independiente en 2000 las primeras estructuras atómicas del ribosoma. Situaban, en tres dimensiones, los millones de átomos que forman esta inmensa molécula, una de las más complejas.

Este mecanismo permite a los seres vivos traducir los datos de los genes

'Han forjado un conocimiento a nivel atómico de cómo la naturaleza puede convertir un simple código de cuatro letras en algo tan complicado como la vida', señaló la Academia sueca en un comunicado. 'Llevábamos detrás de ello desde finales de la década de 1970', comentó ayer Steitz durante una rueda de prensa en la Universidad de Yale (EEUU), donde trabaja. 'Siempre es un placer ser reconocido', añadió.

Su trabajo, junto al de los otros dos premiados, permite conocer en detalle cómo el ribosoma traduce la información codificada en los genes y produce proteínas que transportan el oxígeno por el cuerpo, digieren nutrientes o luchan contra infecciones, entre otras muchas cosas. El hallazgo también facilita el diseño de medicamentos. La mayoría de antibióticos inhabilitan el ribosoma de patógenos como las bacterias. La estructura detallada permite diseñar nuevos compuestos, algunos de los cuales ya se están probando en humanos.

'Es un premio muy merecido que estaba en boca de mucha gente', dice Juan Pedro García, investigador del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa. 'Es un avance extraordinario', resalta.

Su conocimiento ayuda en el diseño de antibióticos más efectivos

El galardón es el tercero de una saga que muestra en detalle cómo funcionan las tesis de Darwin, señala la Academia. Comenzó con la doble hélice del ADN por la que James Watson, Francis Crick y Maurice Wilkins recibieron el Nobel de Medicina en 1962. En 2006, Roger Kornberg hijo del también premiado Arthur Kornberg, que compartió galardón con Severo Ochoa en 1959 recibió el de Química por detallar otras estructuras que transcriben la información de los genes a ARN, una copia desechable del ADN. Ahora se reconoce la estructura del ribosoma, que lee ese ARN y lo traduce a proteínas.

Los tres nuevos Nobel usaron la misma técnica que Watson y sus colegas, aunque su trabajo fue más proceloso, opina Sjors Scheres, del Centro Nacional de Biotecnología. 'Watson trabajaba con una decena de bases de ADN y el equipo actual tuvo que situar miles de bases de ARN', concluye.

 

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