Este artículo se publicó hace 15 años.
Las nubes sobre el Reina Sofía diseñado por Manuel Borja Villel se despejan
El aumento de visitantes que ha registrado el Museo Reina Sofía durante el primer semestre del año hacen pensar en que "las nubes que había sobre el museo se han despejado" y refleja que ese otro tipo de museo diseñado por Manuel Borja Villel funciona, "que no es una invención de la mente teórica", según el director.
Tanto las cifras de visitas de estos meses como las del pasado año muestran que "se ha roto esa tendencia pesimista, triste, rancia, esa especie de nube que había sobre el museo. Creo que, como mínimo, se ha despejado y ahora lo importante es mantenerse y fortalecerlo".
En declaraciones a Efe, Borja Villel ha considerado que existe un cambio de opinión general sobre el Reina "eso es obvio. Hay que empezar a ser un museo que lidere otra forma de hacer cosas, pasar a otra fase y que sea ese motor, esa locomotora que dinamice el panorama cultural español".
El interés que ha suscitado en las más de un millón cien mil personas que se han acercado al museo, casi un nueve por ciento más que el pasado año, la reorganización de la colección permanente y la oferta expositiva "muestra que la gente viene cuando presentas otro tipo de propuestas".
La visita a la colección, en cuya reorganización lleva trabajando prácticamente desde que tomó posesión en enero del pasado año, "ha experimentado una subida muy importante" y esto todavía tiene más valor en una época de crisis en la que el número de visitantes a otros museos está bajando.
"No hemos tratado de hacer un canon sino crear otra metodología que es abierta y permite la multiplicidad de relatos. En eso creo que ha habido consenso absoluto y la visión triste que se tenía de la colección permanente del museo, como si fuera una colección menor, ha desaparecido. Hay un cierto orgullo del Reina Sofía y ese es un cambio de sensibilidad muy importante".
En opinión del director, el aumento de visitantes confirma que en época de crisis, la gente recibe con más interés los proyectos de riesgo a nivel cultural. "El MOMA se fundó en 1929, en medio de una de las crisis más importantes del siglo XX".
Para continuar con la misma tónica de interés en el público y aprovechando el verano, "época en la que tienes más tiempo para cultivarte y más ahora en que la gente viaja menos", Borja Villel no solo ha mantenido la oferta sino que la ha intensificado y ha puesto el cartel "abierto por vacaciones".
Además de las exposiciones de Juan Muñoz, de "Los esquizos de Madrid", y la visita a la colección, "tenemos ofertas específicas para verano, con Matthew Buckingham, Patricia Esquivias, Walid Raad o Paul Sietsema".
Todas estos proyectos "tienen que ver con lo mismo, con la idea de las personas que no solo están interesadas en contar sino que quieren reflexionar sobre cómo se cuentan las cosas. En pensar que el espacio, el tiempo, es subjetivo, que no hay nada objetivo y permanente".
Una vez estructurada la colección, sigue trabajando en otros proyectos que, aunque no se ven por el momento, "más adelante demostrarán que el museo puede ser otra cosa; una punta de lanza a nivel de pensar los museos como lugares de educación, de pensar las colecciones no como meramente algo patrimonial y cerrado sino como algo abierto que tiene que ver con el intercambio y que es global".
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