El Museo Reina Sofía de Madrid tiene una nueva ambición. Se llama Principio Potosí y es una exposición que quiere revisar la historia del arte y el concepto de modernidad, a partir de la pintura colonial barroca de los siglos XVI y XVII. Para ello la muestra zarandea muchos conceptos asumidos hasta ahora como inamovibles. Entre ellos el de modernidad cultural, situado a finales del siglo XIX por la perspectiva occidental, y que esta muestra propone colocar en las expresiones artísticas surgidas en América, en los siglos XVI y XVII.

El Principio Potosí quiere despertar un debate sobre una nueva historia del arte 'donde no haya centros ni periferia, sino muchos centros y una relación de lo local con el resto del mundo', según explicó el director del Reina Sofía, Manuel Borja-Villel en La Paz, que visitó Bolivia esta semana para concretar con autoridades y comunidades del país algunos detalles de una exposición que se perfila como una de las más importantes del 2010.

Los retos dan cuerda al director del Reina Sofía, que se ha embarcado en este cometido, porque 'la historia del arte se está convirtiendo cada vez más en un discurso hegemónico y establecido'. Además Borja-Villel persigue la idea de que el centro de arte madrileño sirva de puente entre el Mediterráneo y Latinoamérica para llegar a 'ese otro modo de entender el arte y la cultura interpelada'.

Producida por el MNCARS y la Casa de las Culturas de Berlín, el Principio Potosí llegará al Reina Sofía en mayo del año que viene, para luego trasladarse a Alemania y Bolivia. La muestra ocupará unos 2.000 metros de superficie y albergará una selección de 20 obras del barroco colonial, algunas de gran formato, procedentes de diferentes puntos de Bolivia como su Museo Nacional de Arte.

Para ser algo más que una exposición 'narrada historiográficamente según los métodos occidentales', Borja-Villel explicó que las piezas de la exhibición serán 'contestadas' por 20 artistas contemporáneos internacionales originarios de Shangai, San Petersburgo o Argentina.